Enriquillo

De Enciclopedia Dominicana SOS
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Enriquillo era el apodo de un cacique de loa Taínos de La Española, que se rebeló contra los españoles; este era conocido por los indígenas como Guarocuya o Huarocuya, mientras que su nombre español era Enrique Bejo. Nació a orillas del lago Jaragua (hoy lago Enriquillo) y era parte de la familia real del cacicazgo de Jaragua, su tía Anacaona fue reina de Jaragua y su padre Magiocatex fue príncipe heredero del Bahoruco.

Su padre murió en una redada española contra una protesta pacífica de indígenas en Jaragua y el huérfano fue criado en un monasterio en Santo Domingo. Uno de sus mentores fue Bartolomé de Las Casas; fue encomendado a don Francisco de Valenzuela, pasando a el hijo de este, Andrés de Valenzuela, tras su fallecimiento. Su rebelión o guerrilla cubrió un período comprendido entre 1519 y 1533.

Identidad de Enriquillo

La mayoría de los historiadores concuerdan en que Enriquillo y el cacique Guarocuya eran la misma persona (ver Sued Badillo) En tal caso, Enriquillo pertenecía a la alta aristocracia del cacicazgo de Jaragua. Guarocuya era sobrino de Anacaona, hermana del cacique de Jaragua Bohechío y su eventual sucesora cuando Bohechío fue muerto. Anacaona estaba casada con Caonabo quien era el cacique del reino vecino de Maguana. Una minoría de historiadores difieren alegando que Guarocuya fue capturado y ahorcado, mientras que Enriquillo triunfó en su alzamiento. La mayoría de los historiadores creen que ambos rebeldes fueron la misma persona, y que los reportes de la muerte de Guarocuya son idénticos a las versiones más verificables sobre la muerte de Anacaona. Esto brinda la posibilidad de que las historias hayan sido confundidas. También ha sido documentado que Enriquillo estaba casado con la mestiza Mencía, nieta de Anacaona.

Enriquillo y los españoles

Las buenas relaciones entre Cristóbal Colón y los taínos nativos de La Española no duraron mucho, y muy pronto una parte de los indígenas se enfrentaron a la llegada cada vez mayor de españoles a sus tierras.. En la primera mitad del siglo XVI ocurrieron varias revueltas, la más famosa de éstas en 1522.

Rebelion de Enriquillo

A pesar de estar bajo el sistema de encomiendas, en el cual los naborías taínos estaban sujetos a la autoridad de un patrón español, Enriquillo tuvo un buen trato por parte de su encomendero Don Francisco Pérez de Valenzuela, este fue un trato de como un Noble Español trata a otro Noble Nativo.

Según la leyenda, Enriquillo poseía un corcel y sabía leer y escribir el castellano. Era conocedor de sus autos, fueros o derechos como súbdito de la colonia y aún era reconocido como cacique o nitaíno por los otros indígenas. Por ello, servía de capataz para el encomendero y por este tiempo los taínos ya eran denominados "mansos" por los españoles pues ya no había rebeliones.

Sin embargo, cuando falleció el viejo encomendero, su hijo trataba a Enriquillo como una mera posesión. Trató de amedrentarlo burlándose de él, trató a Doña Mencía, su esposa, de forma violenta y le desposeyeron de su corcel, el cual era reconocimiento de su nobleza taína.

Al tratar de recurrir a los tribunales locales y no recibir justicia, fue azotado frente a todos los otros taínos para dejar claro quién era el amo y quién era el esclavo. Al tratar una vez más de recurrir a otro tribunal de más alto nivel, sus solicitudes fueron denegadas y hasta se le amenazó de muerte.

Según la leyenda, Enriquillo se quitó la camisa, que representaba su vida en el mundo de los españoles y llevándose a su esposa Mencia y a otros, huyó a las sierras que le habían servido de tierra de recreo.

Enriquillo comenzó su alzamiento con un gran grupo de taínos en la Sierra de Bahoruco y los taínos pudieron continuar con la rebelión gracias a su conocimiento de la región. Derrotaban a todas las expediciones enviadas a subyugarlos al contar los españoles con muy pocas fuerzas. Los españoles confiaban que acabarían con los taínos tal como lo habían hecho antes.

Estas buenas nuevas no tardaron en circular por todas partes y muchos taínos se les unieron en la Sierra de Bahoruco. Les favorecía que la isla ya no era un punto clave de la colonización, pues los españoles estaban enfocados en la conquista de los pueblos Azteca e Inca.

Ya que los españoles no podían controlar la rebelión, y la colonia era presa del pánico, se firmó un tratado dando a los taínos, entre otras concesiones, el derecho a la libertad y propiedad. Sin embargo, esto trajo pocas consecuencias inmediatas, ya que para esta fecha, la población pura taína estaba declinando rápidamente a causa de las enfermedades europeas. El propio Enriquillo sucumbió trágicamente a la tuberculosis años más tarde.

Referencias

  • Van Der Helm, Rien. Reis-handboek Dominicaanse Republiek (En holandés, Elmar, 1991)
  • Sued Badillo, Jalil. General History of the Caribbean Volume I: Autochthonous Societies (English, Macmillan Caribbean, 2002)

Véase también

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