Bartolomé Colón
Bartolomé Colón (Bartolomeo Colombo, Génova[1][2][3][4][5][6][7][8]c. 1461 - Santo Domingo 1514) fue un navegante y cartógrafo italiano, hermano de Cristóbal Colón y Diego Colón, Adelantado y primer gobernador de la La Española y colaborador de su hermano mayor en sus viajes.
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Biografía
Como en el caso de su hermano mayor, el lugar de su nacimiento ha sido discutido. De sus declaraciones en los "pleitos colombinos" se desprende que pudo nacer hacia 1462.
Trabajó como cartógrafo en Lisboa, uno de los principales centros de conocimientos náuticos y cartográficos de la época, junto con su hermano Cristóbal, con el que compartía la llamada "empresa de las Indias", plan para abrir una vía alternativa al comercio de las especias procedentes de las Indias orientales, mediante la navegación por el oeste hasta alcanzar Asia.
Es posible que participase en la expedición de Bartolomé Díaz al Cabo de Buena Esperanza entre 1487 y 1488. A su regreso marchó a Inglaterra y Francia, mientras Cristóbal se establecía en España, con objeto de intentar persuadir a los respectivos monarcas de iniciar esta empresa.
Adelantado y gobernador de La Española
Trabajaba como cartógrafo al servicio de Ana de Francia cuando a mediados de 1493 le llegó una carta de su hermano comunicándole el descubrimiento y llamándole a reunirse con él en Barcelona. Cuando Bartolomé llegó a la ciudad condal Cristóbal ya había partido para su segundo viaje. Financiado por la corona española, que puso a sus órdenes una pequeña flota, pudo viajar a isla de La Española donde llegó el 24 de junio de 1494. Permaneció en la isla durante seis años y medio (1494 - 1500) quedando como Gobernador General con el título de Adelantado durante la ausencia de su hermano, que en junio de 1496 retornaba a España tras el segundo viaje.
Entre 1496 y 1498, exploró la desembocadura del río Ozama, en la costa sur de la isla y fundó la ciudad de Nueva Isabela, en la orilla oriental del río Ozama, devastada por un ciclón y refundada en 1502 en la orilla opuesta por el nuevo gobernador Nicolás de Ovando, quien la bautizó con el nombre de Santo Domingo de Guzmán, el actual Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
En 1497, en ausencia de su hermano, estalló la revuelta encabezada por Roldán al frente de un grupo de descontentos por no haber percibido sus pagas. Tras intentar hacerse con la única carabela que se encontraba en el puerto, Roldán y los suyos se refugiaron en el interior de la isla, cometiendo todo género de tropelías. De vuelta en Santo Domingo en agosto de 1498 Cristóbal Colón pactó un acuerdo con Roldán, enviando ambos sus informes a la Corona. Colón reclamó también el envió de funcionarios reales. Pero todavía estallaron nuevos enfrentamientos en los que Roldán volvía a ser protagonista. Bartolomé Colón hizo encerrar a dieciséis revoltosos en un pozo. En esas circunstancias llegó a la isla el 23 de agosto de 1500 Francisco de Bobadilla, con cargo de juez pesquisidor y gobernador de La Española.[9]
Prisión
Al llegar Bobadilla a Santo Domingo únicamente se encontraba allí Diego Colón. Dos días más tarde hizo leer en la iglesia su nombramiento, exigiendo a Diego la liberación de los presos. Como éste se negase a reconocer su autoridad, alegando que el título de Almirante de su hermano estaba por encima, Bobadilla ordenó su prisión y la confiscación de los bienes de los hermanos. Tras tomar posesión de la fortaleza, Boadilla liberó a sus presos e inició una investigación secreta en la que participaron todos los enemigos de los Colón. En sus pesquisas Bobadilla interrogó a veintidós testigos acerca de si los Colón habían intentado sublevarse contra él, si impedían el bautismo de los indígenas y sobre el modo de impartir justicia.[10]
En septiembre, requerido por Bobadilla, Cristóbal se presentó en Santo Domingo y escribió a su hermano Bartolomé, quien se encontraba en Jaragua con Roldán reprimiendo una revuelta, para que acudiese pacíficamente a Santo Domingo y acatase las órdenes del pesquisidor. En cuanto llegó a Santo Domingo fue encarcelado junto con sus hermanos y enviado con ellos a España a principios de octubre de 1500. El 25 de noviembre llegaron a la península, permaneciendo presos hasta que los reyes tuvieron conocimiento de ello y ordenaron su libertad y que se les hiciese entrega de dos mil ducados.[11]
El 17 de diciembre de 1500 se presentaron ante los Reyes Católicos en Granada y el Almirante se echó a llorar, consolado por la reina, pero Bartolomé no lloró ni se arrodilló. Altanero les dijo que le habían hecho venir, que había perdido seis años de su vida pasando peligros y penalidades en el Nuevo Mundo, y que ahora que estaba todo hecho era vejado y deshonrado, por lo que si ya no se le necesitaba reclamaba que se le pagasen todos sus sueldos, que con ellos reharía su vida.[12]
Últimos años
Tras el indulto real, Bartolomé acompañó de nuevo a su hermano Cristóbal en el último de sus cuatro viajes. En 1506 se dirigió a Roma llevando al Papa una copia de la carta que su hermano había escrito al rey de España en 1503 dándole cuenta de sus últimas exploraciones.
En 1509 viajó de nuevo a las Antillas en compañía de su sobrino Diego, pero no tardó en retornar a España, donde el rey Fernando II de Aragón le confirmó la posesión de la Isla de Mona, próxima a Puerto Rico.
Murió en La Española el 14 de agosto de 1514, dejando como único heredero a su sobrino Diego Colón. Fue enterrado en el convento de San Francisco de Santo Domingo, primer monasterio que esta orden tuvo en la isla.
La sepultura es mencionada por el segundo almirante don Diego Colón en su segundo testamento de 9 de septiembre de 1523. Don Diego Colón Muñiz apoderó a su tío Diego Colón junto al tesorero Sancho de Matienzo, para que tomaran posesión, en su nombre, de los bienes que dejó Bartolomé. Y así, el almirante le dirige una carta a Matienzo donde dice: “…porque en Las Cuevas él (Bartolomé) tyene una arca, que en poder del Padre Don Gaspar está, çierta cantidad de dineros…asimismo porná vuestra merced por ynventario otras arcas que ay tyenen en poder del padre don Gaspar, todo lo que en ellas está, escripturas y cartas de marear, e un esfera grande y todo lo demás que oviere suyo, lo cual tenga todo el padre don Gaspar por memoria…el arca que dicho tengo en que está el dicho dinero tyene dos llaves, la una está en poder del padre don Gaspar y la otra tyene un padre que se dice don fray Bartolomé Guerrero”
Los mapas de Bartolomé Colón
Se le atribuyen tres mapas de las tierras ecuatoriales conservados en el Códice Zorzi de la Biblioteca Nacional Central de Florencia. Los mapas habrían sido dibujados por Bartolomé durante su estancia en Roma en 1503, basándose en un mapa de su hermano actualmente perdido y que Bartolomé aún conservaba en 1506, cuando llegó a Roma. En 1513 pudo verlo Pedro Mártir de Anglería. Los pequeños dibujos se incorporaron como ilustraciones marginales a la copia de la carta de Colón que Bartolomé llevaba al Papa. Alessandro Zorzi, un veneciano interesado en las noticias proporcionadas por los viajeros y que le había ayudado en la traducción, los incluyó posteriormente, atribuyéndoselos a Bartolomé, en un manuscrito fechado en 1522 en el que recogía la información que había podido reunir de los nuevos descubrimientos.[13]
Referencias
- Mascarenhas Barreto, Augusto, O Português. Cristóvão Colombo Agente Secreto do Rei Dom João II, ed. Referendo, Lisboa, 1988. English: The Portuguese Columbus: secret agent of King John II, Palgrave Macmillan, ISBN 0-333-56315-8
- Varela, Consuelo, La caída de Cristóbal Colón. El juicio de Bobadilla, Editorial Marcial Pons, Madrid, 2006, ISBN 84-96467-28-7