Eusebio Pereyra
Nació el 5 de marzo de 1821. Hijo de José Ascensión Pereyra y de la banileja Victoria Santana.
Militar de los tiempos de la primera República y general de las Reservas a la orden de los españoles, bajo la anexión. Tomó parte en la Guerra de Restauración en sus propios lugares de origen. Permanecía oculto, y un día en que Luperón marchaba de Baní hacia Yaguate, fue abordado por Pereyra quien juró fidelidad a la República y pasó a formar parte de la comitiva que acompañaba a Luperón. Al parecer rondaban las dudas en torno al nuevo adepto, y en oficio fechado a 5 de noviembre de 1863, el coronel Norberto Tiburcio le aconseja a Luperón no perder de vista a Pereyra porque sus operaciones son sospechosas.
Las dudas se despejaron y Eusebio Pereyra cumplió tareas y alcanzó posiciones importantes en el curso de la guerra. Dirigió el pronunciamiento de San Cristóbal el 12 de noviembre de 1863. El 28 de diciembre recibió instrucciones de hacerse cargo de la jefatura del campamento de San Pedro, en la región Este, en reemplazo del general Pimentel. El 8 de marzo de 1864 fue nombrado jefe de Operaciones de El Bermejo y en septiembre Comisario General de las líneas del Este y el Sur.
En Santiago formó parte de la Junta encabezada por Benigno Filomeno de Rojas, que gobernó interinamente después de la caída de Polanco en enero de 1865. Fue diputado por La Vega a la Asamblea Nacional inaugurada el 27 de febrero y en la cual se convalidó la presidencia de Pimentel. Siguió su camino de hombre público, después del fin de la guerra. Se opuso al régimen dictatorial de los Seis Años de Báez, a causa de lo cual fue desterrado.
En 1888 recibió una pensión del Congreso Nacional por los servicios prestados a la Patria, murió en su natal San Cristóbal el 17 de marzo de 1906.