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El 18 de septiembre de 1934, nació en el poblado de Damajagua, cerca de la ciudad de Mao, capital de la provincia [[Valverde]], Rafael Tomás Fernández Domínguez quien, treinta años después, se convertirá en una de las grandes figuras de la historia de la nación. Fueron los padres de Rafael Tomás, [[Ludovino Fernández]], capitán del Ejército Nacional y [[Gloria Domínguez]]. En el transcurso de los años posteriores, Ludovino Fernández ascendería a importantes posiciones de jerarquía en las filas del Ejército hasta ostentar el rango de General.  
  

Revisión del 12:31 20 abr 2015

Rafael Fernández Domínguez
“… y aquí estoy, respondiendo con la frente en alto, el honor multiplicado y la vergüenza como estandarte. Que me juzguen la Historia y la República”.

El 18 de septiembre de 1934, nació en el poblado de Damajagua, cerca de la ciudad de Mao, capital de la provincia Valverde, Rafael Tomás Fernández Domínguez quien, treinta años después, se convertirá en una de las grandes figuras de la historia de la nación. Fueron los padres de Rafael Tomás, Ludovino Fernández, capitán del Ejército Nacional y Gloria Domínguez. En el transcurso de los años posteriores, Ludovino Fernández ascendería a importantes posiciones de jerarquía en las filas del Ejército hasta ostentar el rango de General.

Convertido en uno de los brazos ejecutores de la política represiva del régimen de Trujillo, fue Comandante Regional en numerosas ocasiones, y desempeñó también las funciones de jefe de la Policía Nacional. Siendo jefe militar de la región Sur, con asiento en San Juan de la Maguana, Fernández, murió asesinado el 13 de abril de 1958.

Rafael Tomás, junto con su madre y hermanos, vivió en diferentes ciudades del país. Quienes recuerdan la familia de Ludovino Fernández, hacen especial mención de la conducta correcta y disciplinada de sus hijos, particularmente Rafael Tomás. La alta investidura militar de su padre y la posición importante que desempeñó como hombre “duro” del régimen, no los inclinaron nunca a un comportamiento incorrecto o abusivo. Desde joven se perfilaron en Rafael Tomás cualidades excepcionales. Se graduó de bachiller en diciembre de 1952 y tres meses después, ingresó a las filas del Ejército como soldado raso. En febrero de 1954 es ascendido a cadete y en junio de 1955 a Segundo Teniente. Se inicia la carrera militar de quien será un patriota íntegro, sobrio, modesto, valiente y decidido; admirado y respetado por subalternos y superiores, llenará una de las páginas más hermosas de nuestra historia contemporánea.

De las filas del Ejército fue transferido a la Fuerza Aérea donde amplió sus conocimientos militares, destacándose y obteniendo las mejores notas en todos los cursos en que participó. En febrero de 1956 recibió el título de Bachiller en Ciencias Militares. En abril de 1959 es ascendido a Primer Teniente y en agosto recibe el rango de capitán.

En enero de 1961 es ascendido a mayor. Después, en el transcurso de ese año, se suceden inesperados acontecimientos políticos en el país. El 30 de mayo cae ajusticiado en las afueras de la ciudad capital, Rafael Trujillo Molina quien por espacio de treinta y un años había detentado la fuerza física del poder, militar, económico y político de la nación. Para entonces Fernández Domínguez estaba considerado corno uno de los oficiales más brillantes y enérgicos de las Fuerzas Armadas.

Se distinguía como militar capaz, cumplidor y respetuoso, no solamente de sus compañeros de armas sino de todos los ciudadanos, no importando su categoría social o posición económica. Por esa conducta tuvo serias desavenencias con oficiales superiores, de mentalidad atrasada, a quienes cuestionaba las actividades que violaban los reglamentos militares, particularmente aquellas que eran ajenas al decoro y el deber de todo soldado al servicio de la patria.

Designado en octubre de 1961, sub-jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), pidió dos días después ser relevado del cargo conocedor de las arbitrariedades que se cometían en ese departamento. Los acontecimientos se precipitaron en los meses finales del año de 1961, con la salida del territorio nacional de los remanentes de la familia Trujillo. Para diciembre de ese año fue instalado un gobierno colegiado compuesto por siete miembros llamado Consejo de Estado, encabezado por el doctor Joaquín Balaguer quien desempeñaba las funciones de Presidente al momento de la muerte de Trujillo.

El Consejo de Estado era una imposición del gobierno de los Estados Unidos que fungía de árbitro de los destinos del país. En los últimos días de diciembre y los primeros de enero de 1962, la agitación política era de grandes proporciones en la República Dominicana. La oposición a Balaguer, heredero político de Trujillo, se manifestó en una huelga general y violencia callejera que llevaron al General Rodríguez Echavarría, Secretario de las Fuerzas Armadas, a ejecutar un golpe de Estado y designar una Junta Cívico Militar. Detrás de esa decisión estaba la influencia del Doctor Balaguer. Detenidos en la Base Aérea los miembros del Consejo de Estado, excluido el doctor Balaguer, el mayor Fernández Domínguez al frente de un grupo de oficiales jóvenes procedió a detener al General Rodríguez Echavarría y dispuso la libertad de los miembros del gobierno colegiado que, reinstalado en el Palacio Nacional, pasó a ser encabezado por el Lic. Rafael Bonnelly. Ese gobierno organizó las elecciones del 20 de diciembre de 1962.

La figura de Rafael Fernández Domínguez, ascendido a Teniente Coronel y designado jefe de la Base Aérea de San Isidro y sub-jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, adquirió una estatura extraordinaria en el seno de las Fuerzas Armadas. Su liderato entre la oficialidad subalterna era amplio y profundo y los oficiales superiores, aún los de más edad que él, lo respetaban. A mediados de ese año fue transferido de nuevo al Ejército Nacional y enviado a Panamá a realizar un curso especial en la escuela de Estado Mayor. Obtuvo el segundo lugar en calificaciones entre un grupo de 31 oficiales superiores de diferentes ejércitos de América Latina.

Al regreso de Panamá conoció al profesor Juan Bosch, candidato presidencial del PRD y manifestó simpatías por el líder político. Se inició entonces una estrecha amistad y una relación paternal del dirigente político hacia el joven oficial. En enero de 1963, después de las elecciones y pendiente la toma de posesión de Bosch de la presidencia de la República, Rafael Tomás es nombrado director de la Academia Militar “Batalla de las Carreras”.

Bosch tomó posesión el 27 de febrero de ese año en medio de una oposición hostil de los sectores más conservadores del país, encabezados por Unión Cívica Nacional, la alta jerarquía de la Iglesia Católica y la embajada de los Estados Unidos. A ellos se sumaba, en increíble actitud de inmadurez, el movimiento revolucionario de izquierda integrado por el 14 de Junio, el Movimiento Popular Dominicano (MPD) y el Partido Socialista Popular (PSP). Para ese momento la conspiración había comenzado. En abril fue promulgada la Constitución que contenía importantes conquistas sociales y económicas y que además de organizar el Estado, era un ajustado y moderno programa de gobierno.

Tiempo después, Fernández Domínguez pidió audiencia al Presidente de la República y le confirmó la existencia de una trama golpista. Bosch le autorizó, a petición de él, formar un grupo de oficiales defensores del gobierno constitucional. Rafael Tomás se dedicó de inmediato a esa misión haciendo una selección de oficiales honestos, capaces y decididos. Entre julio, agosto y septiembre, los acontecimientos se precipitaron. El 25 de septiembre el gobierno de Bosch fue derrocado. Fernández Domínguez intentó tomar el Palacio Nacional acompañado de un reducido grupo de oficiales, pero Bosch rechazó el intento considerando que sería un suicidio. El PRD no estaba en condiciones de realizar actividades públicas de apoyo o distracción para una acción de esa naturaleza.

Bosch fue expulsado del país y más tarde le siguió Fernández Domínguez. Para el momento de su salida, las bases del Movimiento Clandestino Constitucionalista estaban echadas. Desde el exterior Rafael Tomás siguió en contacto con Bosch y los militares conjurados que quedaron dentro de las Fuerzas Armadas. El mismo escogió a su sucesor: el coronel Hernando Ramírez. Para esa decisión solicité la aceptación de Bosch a quien le reconocía el liderato político.

Hernando Ramírez viajó a Puerto Rico para ser presentado al ex-Presidente, en junio de 1964. Desde España, donde había sido designado como agregado militar, Rafael Tomás mantuvo correspondencia y permanente contacto con sus compañeros de armas y con Juan Bosch. Se le permitió entrar al país por pocos días y se reunió con sus compañeros, e incorporé al coronel Caamaño Deñó al Movimiento, pero fue obligado por el gobierno de facto a salir de nuevo. El Movimiento se inició prematuramente el 24 de abril de 1965 con el objetivo de restablecer en el poder al gobierno constitucional de Bosch y la vigencia de la Constitución de 1963. Rafael Tomás se trasladó desde Chile a Puerto Rico. No obstante su ausencia, por indicación de Bosch, Caamaño lo designó en su gabinete Ministro de Interior y Policía. Regresó a territorio nacional el 14 de mayo de 1965, enviado por Bosch, como portador de la “fórmula Guzmán”, acordada entre el ex-Presidente y los representantes de Lyndon Johnson, Presidente de los Estados Unidos. Llegó acompañado del coronel español Enrique Herrera Marín, antiguo profesor de la Academia Militar “Batalla de las Carreras”. Rafael Tomás, patriota, valiente, digno, dijo: “No tengo vergüenza para verle la cara al pueblo, hasta que no combata de su lado frente a los enemigos de la patria “.

El 19 de mayo cayó en combate como soldado de la patria, frente a las tropas interventoras. Su gloriosa y heroica muerte hicieron más grande su figura que el pueblo recuerda con admiración y respeto.