Rafael Fernández Domínguez

De Enciclopedia Dominicana SOS
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Rafael Fernández Domínguez
“… y aquí estoy, respondiendo con la frente en alto, el honor multiplicado y la vergüenza como estandarte. Que me juzguen la Historia y la República”.

Nacimiento y familia

El 18 de septiembre de 1934, nació en el poblado de Damajagua, cerca de la ciudad de Mao, capital de la provincia Valverde, Rafael Tomás Fernández Domínguez quien, treinta años después, se convertirá en una de las grandes figuras de la historia de la nación. Fueron los padres de Rafael Tomás, Ludovino Fernández, capitán del Ejército Nacional y Gloria Domínguez. En el transcurso de los años posteriores, Ludovino Fernández ascendería a importantes posiciones de jerarquía en las filas del Ejército hasta ostentar el rango de General.

Rafael Tomás, junto con su madre y hermanos, vivió en diferentes ciudades del país. Quienes recuerdan la familia de Ludovino Fernández, hacen especial mención de la conducta correcta y disciplinada de sus hijos, particularmente Rafael Tomás. La alta investidura militar de su padre y la posición importante que desempeñó como hombre “duro” del régimen, no los inclinaron nunca a un comportamiento incorrecto o abusivo. Desde joven se perfilaron en Rafael Tomás cualidades excepcionales. Se graduó de bachiller en diciembre de 1952 y tres meses después, ingresó a las filas del Ejército como soldado raso. En febrero de 1954 es ascendido a cadete y en junio de 1955 a Segundo Teniente. Se inicia la carrera militar de quien será un patriota íntegro, sobrio, modesto, valiente y decidido; admirado y respetado por subalternos y superiores, llenará una de las páginas más hermosas de nuestra historia contemporánea.

En 1952, fue investido Bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas y el 27 de diciembre del mismo año ingresó a la Universidad de Santo Domingo, a cursar la carrera de ingeniería, cuyos estudios interrumpió cuando ingresó como Cadete en la Academia Militar Batalla de Las Carreras.

Allí curso estudios de 1954 a 1956, para graduarse de Bachiller en Ciencias Militares. El 22 de diciembre de ese mismo año contrajo matrimonio con Alma Arlette Fernández, con quien formó una familia de cinco hijos.

Carrera militar

De las filas del Ejército fue transferido a la Fuerza Aérea donde amplió sus conocimientos militares, destacándose y obteniendo las mejores notas en todos los cursos en que participó. En febrero de 1956 recibió el título de Bachiller en Ciencias Militares. En abril de 1959 es ascendido a Primer Teniente y en agosto recibe el rango de capitán.

En enero de 1961 es ascendido a mayor. Después, en el transcurso de ese año, se suceden inesperados acontecimientos políticos en el país. El 30 de mayo cae ajusticiado en las afueras de la ciudad capital, Rafael Trujillo Molina quien por espacio de treinta y un años había detentado la fuerza física del poder, militar, económico y político de la nación. Para entonces Fernández Domínguez estaba considerado corno uno de los oficiales más brillantes y enérgicos de las Fuerzas Armadas.

Se distinguía como militar capaz, cumplidor y respetuoso, no solamente de sus compañeros de armas sino de todos los ciudadanos, no importando su categoría social o posición económica. Por esa conducta tuvo serias desavenencias con oficiales superiores, de mentalidad atrasada, a quienes cuestionaba las actividades que violaban los reglamentos militares, particularmente aquellas que eran ajenas al decoro y el deber de todo soldado al servicio de la patria.

Designado en octubre de 1961, sub-jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), pidió dos días después ser relevado del cargo conocedor de las arbitrariedades que se cometían en ese departamento. Los acontecimientos se precipitaron en los meses finales del año de 1961, con la salida del territorio nacional de los remanentes de la familia Trujillo. Para diciembre de ese año fue instalado un gobierno colegiado compuesto por siete miembros llamado Consejo de Estado, encabezado por el doctor Joaquín Balaguer quien desempeñaba las funciones de Presidente al momento de la muerte de Trujillo.

Situación del país

El Consejo de Estado era una imposición del gobierno de los Estados Unidos que fungía de árbitro de los destinos del país. En los últimos días de diciembre y los primeros de enero de 1962, la agitación política era de grandes proporciones en la República Dominicana. La oposición a Balaguer, heredero político de Trujillo, se manifestó en una huelga general y violencia callejera que llevaron al General Rodríguez Echavarría, Secretario de las Fuerzas Armadas, a ejecutar un golpe de Estado y designar una Junta Cívico Militar. Detrás de esa decisión estaba la influencia del Doctor Balaguer. Detenidos en la Base Aérea los miembros del Consejo de Estado, excluido el doctor Balaguer, el mayor Fernández Domínguez al frente de un grupo de oficiales jóvenes procedió a detener al General Rodríguez Echavarría y dispuso la libertad de los miembros del gobierno colegiado que, reinstalado en el Palacio Nacional, pasó a ser encabezado por el Lic. Rafael Bonnelly. Ese gobierno organizó las elecciones del 20 de diciembre de 1962.

La figura de Rafael Fernández Domínguez, ascendido a Teniente Coronel y designado jefe de la Base Aérea de San Isidro y sub-jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, adquirió una estatura extraordinaria en el seno de las Fuerzas Armadas. Su liderato entre la oficialidad subalterna era amplio y profundo y los oficiales superiores, aún los de más edad que él, lo respetaban. A mediados de ese año fue transferido de nuevo al Ejército Nacional y enviado a Panamá a realizar un curso especial en la escuela de Estado Mayor. Obtuvo el segundo lugar en calificaciones entre un grupo de 31 oficiales superiores de diferentes ejércitos de América Latina.

Juan Bosch y el Golpe de Estado

Al regreso de Panamá conoció al profesor Juan Bosch, candidato presidencial del PRD y manifestó simpatías por el líder político. Se inició entonces una estrecha amistad y una relación paternal del dirigente político hacia el joven oficial. En enero de 1963, después de las elecciones y pendiente la toma de posesión de Bosch de la presidencia de la República, Rafael Tomás es nombrado director de la Academia Militar “Batalla de las Carreras”.

Bosch tomó posesión el 27 de febrero de ese año en medio de una oposición hostil de los sectores más conservadores del país, encabezados por Unión Cívica Nacional, la alta jerarquía de la Iglesia Católica y la embajada de los Estados Unidos. A ellos se sumaba, en increíble actitud de inmadurez, el movimiento revolucionario de izquierda integrado por el 14 de Junio, el Movimiento Popular Dominicano (MPD) y el Partido Socialista Popular (PSP). Para ese momento la conspiración había comenzado. En abril fue promulgada la Constitución que contenía importantes conquistas sociales y económicas y que además de organizar el Estado, era un ajustado y moderno programa de gobierno.

Tiempo después, Fernández Domínguez pidió audiencia al Presidente de la República y le confirmó la existencia de una trama golpista. Bosch le autorizó, a petición de él, formar un grupo de oficiales defensores del gobierno constitucional. Rafael Tomás se dedicó de inmediato a esa misión haciendo una selección de oficiales honestos, capaces y decididos. Entre julio, agosto y septiembre, los acontecimientos se precipitaron.

El 25 de septiembre el gobierno de Bosch fue derrocado. Fernández Domínguez intentó tomar el Palacio Nacional acompañado de un reducido grupo de oficiales, pero Bosch rechazó el intento considerando que sería un suicidio. El PRD no estaba en condiciones de realizar actividades públicas de apoyo o distracción para una acción de esa naturaleza.Al ser depuesto el gobierno constitucional del presidente Juan Bosch, el Coronel Fernández Domínguez intentó organizar el movimiento de resistencia militar. El 23 de octubre de ese mismo año fue nombrado por el Gobierno de facto del Triunvirato, Agregado Militar dominicano en España.

Desde España escribió a sus compañeros de armas exhortándoles a continuar con los preparativos del contragolpe. En diciembre de 1964 logró un permiso para entrar al país por tres días y aunque estaba continuamente vigilado, logró establecer contactos con los simpatizantes del movimiento conspirativo contra el Triunvirato, al cual y por invitación suya, se incorporó el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Al concluir los tres días del permiso tuvo que abandonar el país como Agregado Militar en Chile. En Chile recibió la noticia del derrocamiento del Triunvirato el 24 de abril de 1965 e inmediatamente tomó un avión vía Puerto Rico para regresar al país aunque no pudo entrar a la República Dominicana porque el aeropuerto se encontraba cerrado por tropas que se oponían al movimiento constitucionalista.

El Coronel Fernández Domínguez, que había sido nombrado Ministro de Interior y Policía en el Gabinete designado por el Gobierno Constitucionalista presidido por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, logró entrar al país, después de varios intentos el día 14 de mayo de 1965 mientras se realizaban negociaciones entre el gobierno constitucionalista de Caamaño y los representantes de las fuerzas estadounidenses que habían invadido el país.

Fernández Domínguez estaba convencido de lo importante que era para la causa la conservación de su rango militar, razón por la cual aceptó los nombramientos en el exterior. En una carta fechada 22 de marzo de 1965 que envió desde Santiago de Chile a uno de los oficiales de su grupo, expresó: "Respecto a mi posición dentro del Ejército, estoy firme y definitivamente convencido que no debo abandonarla, aún sea bajo la más fuerte de las presiones, ya que es la única forma en que hoy, mañana o algún día podré -en una u otra forma- cooperar en la reestructuración definitiva de las FFAA dominicanas."

Bosch fue expulsado del país y más tarde le siguió Fernández Domínguez. Para el momento de su salida, las bases del Movimiento Clandestino Constitucionalista estaban echadas. Desde el exterior Rafael Tomás siguió en contacto con Bosch y los militares conjurados que quedaron dentro de las Fuerzas Armadas. El mismo escogió a su sucesor: el coronel Hernando Ramírez. Para esa decisión solicité la aceptación de Bosch a quien le reconocía el liderato político.

Hernando Ramírez viajó a Puerto Rico para ser presentado al ex-Presidente, en junio de 1964. Desde España, donde había sido designado como agregado militar, Rafael Tomás mantuvo correspondencia y permanente contacto con sus compañeros de armas y con Juan Bosch. Se le permitió entrar al país por pocos días y se reunió con sus compañeros, e incorporé al coronel Caamaño Deñó al Movimiento, pero fue obligado por el gobierno de facto a salir de nuevo. El Movimiento se inició prematuramente el 24 de abril de 1965 con el objetivo de restablecer en el poder al gobierno constitucional de Bosch y la vigencia de la Constitución de 1963. Rafael Tomás se trasladó desde Chile a Puerto Rico. No obstante su ausencia, por indicación de Bosch, Caamaño lo designó en su gabinete Ministro de Interior y Policía. Regresó a territorio nacional el 14 de mayo de 1965, enviado por Bosch, como portador de la “fórmula Guzmán”, acordada entre el ex-Presidente y los representantes de Lyndon Johnson, Presidente de los Estados Unidos. Llegó acompañado del coronel español Enrique Herrera Marín, antiguo profesor de la Academia Militar “Batalla de las Carreras”. Rafael Tomás, patriota, valiente, digno, dijo: “No tengo vergüenza para verle la cara al pueblo, hasta que no combata de su lado frente a los enemigos de la patria “.

Palabras de Fernández Domínguez a sus compañeros

“Sabemos que este movimiento tiene una alta categoría histórica; que él marcará una época en nuestro país, siempre traicionado y siempre esclavizado; sabemos que con nosotros no sólo se levantará la voluntad democrática del pueblo dominicano sino también la fe de muchos pueblos de América que tienen en su corazón un altar para los luchadores de la libertad.

Y porque sabemos todo eso, terminaremos la lucha con el mismo sentido del honor con que la empezamos y con el alma satisfecha de los que sirven a la Patria y, en consecuencia, sirven a su pueblo.

Aquel que de nosotros caiga en la lucha, no caerá; se elevará al respeto de todos los dominicanos; aquel de los que luchan contra nosotros que no comprenda a tiempo su error, ese caerá para siempre del amor del pueblo y será perseguido por la historia.”

Carta de Fernández Domínguez a su esposa

Sólo unos días antes de su muerte escribió una carta a su esposa la cual reza así:

Río Piedras, Puerto Rico. Mayo del 65

Adorada Letty:

Imagino lo desesperada que estarás por venir, espero en Dios puedas resolver todo pronto para que puedas estar aquí en esta semana.

Te estoy haciendo esta carta porque es posible que cuando llegues yo no esté aquí, ya que hay posibilidad de poder entrar a mi Patria y quiero decirte y pedirte muchas cosas. Espero que así sea, ya que no soporto más la situación en que me encuentro; mientras mis compañeros y mi pueblo, luchan y mueren, yo estoy aquí como un idiota perfecto, después de luchar tanto y sufrir inmensamente en este odiado exilio; yo quien estaba llamado a responsabilizarme y dirigir el movimiento, tengo la desgracia de tener que contemplar desde lejos como matan cobardemente a los míos y yo no puedo ayudarlos, no puedo hacer nada; esto me tiene destrozado y creo que mi desesperación me volverá loco; lo que siento sólo es comparado a lo que sentí cuando murieron mi papá e Ivonne; bueno, tú sabes como he aprendido a amar a mi Patria y ahora no puedo hacer nada por salvarla.

Esto es terrible para mí, sólo Dios sabe lo que siento cuando hablo por teléfono con los muchachos y me doy cuenta de que no puedo estar a su lado, por eso Letty, aunque se que es una muerte segura, me voy, como sea; he agotado todos los recursos imaginables para poder entrar, pero ha sido imposible, imagínate, he pasado días enteros entre montes y cañaverales, tratando de entrar en bote, ya que en avioneta nadie puede ni se prestan con razón a entrarme; esta vez es seguro, pues hay un hombre muy responsable que se ofrece a llevarme y estoy listo para partir.

Estoy consciente del peligro, pero tu sabes que lo más sagrado para mí es el deber y hoy debo cumplirlo nada menos que con mi patria y mi pueblo me siento dichoso de que Dios me brinde la oportunidad de cumplirlo como soldado.

Si me pasa algo, se que vas a sufrir mucho y tu y mis hijos pasarán trabajo, no les dejo siquiera una casa, pero cuando te veas muy apurada recuerda que esto es más que nada porque fui honrado y tengo mis manos inmaculadas y esto debe servirte de orgullo e incentivo para luchar; sé que eres valiente y no me defraudarás.

Además, recuerda lo que tanto te he dicho, todos tenemos nuestro destino marcado, y si el mío es morir por mi patria, es el destino más maravilloso que hombre alguno pueda tener y la felicidad que yo sentiría es algo inexplicable. Yo tengo el privilegio de haber aprendido a amar a mi pueblo y a mi patria de esta forma que sólo yo sé, de haber tratado de superarme a mí mismo y tratar de llegar a ser ”UN HOMBRE”, tu lo sabes como he luchado con las tentaciones de la vida para hacer que en mi mente y mi corazón aniden siempre y en todos los momentos de mi vida, la vergüenza, la honradez, la justicia, el amor y el patriotismo, tu sabes todo esto mi vida, por eso, si caigo por defender y cumplir con estos sagrados principios, por mis ideales que tanto he tratado de que sean verdaderamente puros, tu y mis hijos deben sentirse orgullosos, porque yo, desde donde esté, me sentiré muy feliz.

Al leer esta carta sé que te pondrás muy triste, pues se lo que me quieres y lo sensible que eres, pero necesito desahogarme pues sufro mucho y estoy muy desencantado. Por la prensa y la radio te habrás enterado de que los norteamericanos nos tildan de comunistas, esto no es más que un pretexto para aniquilarnos y con ello al pueblo que hoy lucha por reconquistar sus derechos, pues ellos muy bien que saben cómo somos y la razón y pureza de nuestros ideales, pero son malos, despreciables y traidores, cobardes animales que no saben con todo su poderío, de dignidad y honor, sólo les interesa el vil metal, lo demás para ellos no vale nada. Pero el valor y patriotismo de nuestro pueblo es algo que no se puede decir con palabras, y no podrán; antes, tenderán una alfombra de cadáveres sobre Santo Domingo y aún cuando nos pisoteen seremos más grandes y dignos que ellos.

Dentro de mi desesperación, siento un orgullo tremendo, pues mis compañeros de armas, aquel grupo que yo elegí por su seriedad y vergüenza, ha dado muestras de un valor y patriotismo encomiable, ¿te acuerdas lo que decía de Francis1, Lachapelle2 y Quiroz3?, no me equivoqué. También siento gran satisfacción porque aunque no luchamos precisamente por un hombre y un partido, he comprobado que el Señor Presidente es un gran hombre y de mucho valor, ya que esto no se demuestra peleando; además, lo que más admiro en él es su nobleza e inteligencia porque ha sabido salvar vidas y no solo de revolucionarios, veo que los dominicanos no se equivocaron cuando lo eligieron.

Si me pasa algo, ocúpense tú y Celeste de cuidar mucho a mamá, para que no vuelva a enfermar; bueno Letty, ya verás que no me pasa nada, los hombres tan idealistas como yo no mueren muy fácilmente, pero por si acaso, tengo algo que pedirte y encomendarte. En nombre de ese amor que nos tenemos, tienes que luchar con todos los medios a tu alcance para hacer de mis hijos hombres dignos y de vergüenza, honrados y valientes (sé que tú lo eres) porque si yo no puedo llegar a hacer por mi pueblo todo lo que pienso, entonces ellos tendrán que hacerlo, son mi aporte a la patria que venero, la única herencia que les dejo, a ti y a Ella; los varones, sean o no militares, tienen que luchar y morir si es necesario por verla libre y nuestro pueblo feliz y lo que es más, que den su vida, si es que tienen que hacerlo, llenos de felicidad; en resumen, incúlcales mis ideales, y entonces, como dice aquél escrito que puse en un cuadro en casa: NO HABRE VIVIDO EN VANO.

Ojalá traigas el dinero de la venta del carro, pues el que traje lo gasté en equipos para mi viaje y también se lo he dado a algunos amigos que han venido, cómprale ropa a los niños y me le pagas cien pesos que le cogí prestados a mamá.

Me voy Letty, pero en esta carta te dejo mi corazón y mi alma, miles de besos a los niños, cuídense mucho y que Dios los bendiga.

Te adora tu

Rafa

Caida del Coronel Rafael Fernández Domínguez

Murió en una emboscada que tendieron tropas del Gobierno de Estados Unidos del presidente Lindon B Jhonson. En ese momento el coronel Rafael Fernández Domínguez, era el líder de los militares que lucharon por el retorno del presidente constitucional, profesor Juan Bosch.

Cayó en combate como soldado de la patria, frente a las tropas interventoras. Su gloriosa y heroica muerte hicieron más grande su figura que el pueblo recuerda con admiración y respeto.Su cuerpo sin vida cayó en la calle 30 de Marzo, en la intersección con la calle Abreu, en el sector San Carlos de la Capital, el 19 de Mayo de 1965.

El Coronel Fernández Domínguez, muerto a los 30 años de edad, se encuentra sepultado en el cementerio de Santiago de los Caballeros.

Con Fernández Domínguez también cayeron Juan Miguel Román, Euclides Morillo, y el entrenador militar italiano Ilio Capocci, entre otros otros constitucionalistas.