Juan Bautista Espinola
Nacido el 24 de junio de 1894 en La Vega, el músico y compositor tuvo una corta pero intesa y productiva vida. Desde muy pequeño se descubrieron en él excepcionales dotes musicales y a los diez años de edad, en su pueblo natal, comenzó a estudiar solfeo y clarinete con el profesor Francisco Soñé. Con muy pocas clases, su gran talento le permitió adquirir rápidamente las habilidades necesarias para ser admitido en la Banda de Música del municipio; en ella se destacó en el atril de segundo clarinete, puesto que ocupó también a partir de 1907 en la orquesta de Rafael Morfa. En 1908, el español Manuel Pueyo lo admitió en su orquesta Unión Artística y en 1913 ingresó en el Ejército Nacional, institución en la que llegó a obtener un alto rango y en la que permaneció hasta 1915.
En 1918 era ya muy conocido el Maestro Espínola por sus criollas, danzas, danzones, marchas y merengues,
Pero sobre todo como un brillante ejecutante del clarinete. Existen algunos documentos en los que se afirma que el joven Espínola fue el primer músico en tocar un merengue en un baile de sociedad, hecho que ocurrió en el Casino Central de La Vega.
El formato de su orquesta, Lira Vegana, era muy parecido al de la “orquesta típica”, que en Cuba fuera tan usada por esa época para interpretar un repertorio en el que llegó a hacerse fundamental el danzón. Espínola integró su conjunto con dos clarinetes, dos bombardinos, saxofón, cornetín, tuba, contrabajo, timbales, güira y tambora, mientras la “orquesta típica” cubana tenía dos clarinetes, un cornetín, un trombón de pistones, un figle, un contrabajo, timbales y güiro. Tal similitud no fue casual pues el fuerte de la Lira Vegana fueron los danzones que el Maestro Espínola componía y orquestaba a la perfección. Piezas de este género, como Pepe Virita, Yamí y El clarinete brujo gozaron de gran fama e hicieron las delicias de los bailadores de entonces, así como también los merengues Terapéutica, Burende adentro y Rubén.
Excelente y hábil compositor, arreglista y muy gran orquestador, pudo darse a conocer con su agrupación por todo el país y, según se afirma, fue el primer compositor dominicano a quien la RCA Victor grabó sus creaciones.
El 29 de septiembre de 1923 falleció, en el poblado que le vio nacer.