Carnaval de San Pedro de Macorís

De Enciclopedia Dominicana SOS
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Los Guloyas

El rasgo más característico del carnaval macorisano es la presencia de los Guloyas (o Buloyas, Buloyer), aporte cocolo. Con este nombre se denominan varios grupos que practican diversos bailes: algunos tejen cintas, otros grupos bailan en zancos y otros hacen representaciones de indios (Wild Indians).

Estos personajes usan un llamativo traje, de impactantes colores, adornados con espejitos, cintas y piedras de colores. Llevan capas de colores amarillo y rojo. Algunos llevan arcos, flechas y/o hachas.

En la cabeza, se colocan un impresionante penacho, adornado con piedras coloreadas, que terminas en plumas multicolores de pavos reales ("pajuiles"). Sus presentaciones van acompañadas de música, con ritmos e instrumentos propios como redoblantes, tambor ("drum"), flauta y triángulo.

La mayoría de estas representaciones se realizaban para la época navideña pero, con el tiempo, se han trasladado para las celebraciones carnavalescas, por su colorido. En la representación de las danzas siempre hay un mensaje pedagógico con un profundo contenido social donde se exalta el triunfo del bien sobre el mal, la defensa de la mujer –a pesar que es excluida de sus bailes– y la lucha y triunfo del débil frente al poderoso y del oprimido frente al opresor. La cultura cocola ha enriquecido nuestra identidad nacional para orgullo de San Pedro de Macorís.

Con su corona de sueños que los transporta a las esencias de sus orígenes, su capa llena de lentejuelas y espejitos, donde se reflejan sus raíces y sus ancestros, danzan los Guloyas de la eternidad por los bateyes y calles de San Pedro de Macorís, arrojando estrellas, amaneceres, mariposas, nostalgias y esperanzas.