Anfibios Endémicos Amenazados
Los anfibios
Los anfibios de la Isla Hispaniola están compuestos taxonómicamente por:
- Un (1) orden
- Cuatro (4) familias
- Seis (6) géneros
- Setenta y cuatro (74) especies, de las cuales setenta y uno (71) son endémicas de la isla, lo que representa el 96% del total de especies.
Orden Anura
El orden Anura, que significa sin cola en estado adulto, comprende treinta y ocho 38 especies (86%) incluidas en Lista Roja de Especies de Flora y Fauna Amenazadas de la República Dominicana, Ministerio Ambiente/USAID/TNC/INTEC (2010). De ese total, 12 se encuentran en categoría de En Peligro Crítico (CR), 21 En Peligro (EN), cuatro (4) Vulnerables (VU) y una (1) Casi Amenazada (NT).
La mayoría de los anfibios de este grupo tiene una distribución restringida, por lo que muchas especies solo se conocen en su Localidad Tipo. Algunas de estas especies necesitan del medio acuático para su reproducción, como es el caso de la rana Arborícola gigante de La Hispaniola (Osteopilus vastus = Hyla vasta), y otras no, como la Rana sollozante de La Hispaniola (Eleutherodactylus minutus).
Para esta versión del Atlas, de las 74 especies de anfibios que se conocen en la actualidad, se seleccionaron siete (7) (11.11%) especies, endémicas de la isla, como son:
- Sapo sin crestas de La Hispaniola (Bufo fluviaticus),
- Rana excavadora de Jaragua (Eleutherodactylus bothroboans),
- Rana excavadora de Vallejuelo (Eleutherodactylus tychathrous), todas amenazadas en categoría de En Peligro Crítico (CR). Otras como la...
- Rana sollozante de La Hispaniola (Eleutherodactylus minutus),
- Rana de las montañas de La Hispaniola (Eleutherodactylus montanus),
- Rana de la cordillera de La Hispaniola (Eleutherodactylus patriciae)
- Rana arborícola amarilla de La Hispaniola (Osteopilus pulchrilineata = Hyla pulchrilineata) En Peligro (EN)
- Rana arborícola verde de La Hispaniola (Hypsiboas heilprini = Hyla heilprini) listada como Vulnerable (VU).
Anfibios Endémicos Amenazados
La diversificación de los anfibios es mayor a nivel de especies, contrario a la de reptiles que es a nivel de subespecies. Es decir, que los anfibios son más numerosos en cuanto a especies y los reptiles en lo que respecta a subespecies. Los anfibios poseen, además, una (1) especie con distribución localizada en dos (2) o tres (3) lugares, SEA/DVS (1990), como es el caso del Sapo sureño crestudo (Bufo guentheri = Peltaphryne guentheri). Existen reportes de que la Cordillera Central y la Sierra de Bahoruco son las zonas de más altos índices de endemismo de anfibios, 15 y 10 especies, respectivamente. De éstas, seis (6) son exclusivas de la Cordillera Central, como es el caso de:
- Rana de las montañas de La Hispaniola (Eleutherodactylus montanus) y una (1) de la Sierra de Bahoruco,
- Rana de patas rojas de la Sierra de Bahoruco, (Eleutherodactylus rufifemoralis).
Las principales causas por las que estas especies figuran en la Lista Roja Nacional son:
- Destrucción, alteración y fragmentación de hábitats
- Deforestación, agricultura migratoria, tumba y quema de árboles para la construcción de hornos de carbón, pastoreo, extracción de productos del bosque.
- Contaminación de los ecosistemas o fuentes de agua
- Expansión demográfica
- Implementación del turismo no planificado
- Cambio climático, así como, la existencia o introducción de animales exóticos no nativos que degradan las áreas, desplazan y/o compiten con las especies nativas y endémicas.
Otra causa es la Quitridiomicosis, una enfermedad infecciosa que afecta a los anfibios a nivel global, causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis (Bd), de la división Chytridiomycota, la cual que ha sido identificada en individuos de las especies Eleutherodactylus pituinus, Eleutherodactylus patriciae y Osteopilus vastus, todas endémicas de la Isla La Hispaniola. Esta última mostró el hongo en distintos estadios de su desarrollo; las muestras fueron colectadas en áreas del Parque Nacional Juan B. Pérez Rancier y de la Reserva Científica Ébano Verde, en la Cordillera Central.
La presencia de este hongo ha sido calificada como la principal causa de extinción y disminución de poblaciones en varias especies de anfibios en el mundo. Fue reportado por primera vez en el país en el año 2004, por los Dres. Rafael L. Juglar y P. A. Burrowes de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras. Todas las especies de anfibios descritas en este documento están protegidas por la Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Ley 64-00). Además, por convenciones internacionales como la Convención sobre la Diversidad Biológica y el Convenio Ramsar. Importancia Ecológica y Económica Los anfibios, al igual que los reptiles, desempeñan una función muy importante en el mantenimiento del equilibrio ecológico de los ecosistemas, debido a que actúan como controles biológicos, ingiriendo una gama de organismos, sobre todo insectos considerados plagas.
Son utilizados en laboratorios y universidades, tanto en el plano nacional como internacional, así como en centros de investigaciones, contribuyendo de esa manera al avance de la ciencia, además de ser información útil para actividades científicas o pedagógicas, convirtiéndose de esta forma en una herramienta útil para la enseñanza en el campo de la biología. En algunas regiones del país, principalmente en las comunidades rurales, son usados en la medicina tradicional por ciertas creencias de que curan afecciones cutáneas.