Regiones Geomorfológicas de la República Dominicana
Contenido
- 1 Llanos Costeros del Atlántico
- 2 Promotorio de Cabrera
- 3 Cordillera Septentrional
- 4 Valle del Cibao
- 5 Península de Samaná
- 6 Los Haitises
- 7 Llanuras Costeras de Miches y Sabana de la Mar
- 8 Cordillera Oriental
- 9 Pie de Monte de la Cordillera Oriental
- 10 Llanura Costera del Caribe
- 11 Cordillera Central
- 12 Valles Intramontanos de la Cordillera Central
- 13 Sierra de Yamasá
- 14 Valle de San Juan
- 15 Sierra de Neiba
- 16 Hoya de Enriquillo
- 17 Llanura de Azua
- 18 Sierra de Martín García
- 19 Sierra de Bahoruco
- 20 Península Sur de Barahona
Llanos Costeros del Atlántico
Los Llanos Costeros del Atlántico (o Llanura Costera del Atlántico) constituyen una angosta faja intermitente que bordea la Cordillera Septentrional, al norte de la República Dominicana. Se extienden desde cerca de Monte Cristi hasta las tierras pantanosas del Gran Estero, al Este de la ciudad de Nagua.
Estos llanos no se presentan en sucesión continua, sino que están separados por cerros y promotorios. En su porción occidental es interrumpida por altas elevaciones de calizas de la Cordillera Septentrional, que llegan hasta el mar; en la parte oriental, entre Sabaneta de Yásica y Río San Juan, por montañas de serpentina; y, finalmente, en el extremo oriental, por las terrazas pleistocénicas del Promotorio de Cabrera.
La precipitación pluvial en esta llanura es variable, notándose una disminución progresiva de este a oeste; así, en el extremo oriental, en las proximidades de Nagua, es de 2,733 mm., en Cabrera 2,339, en Gaspar Hernández 2,063, en Puerto Plata 1,788, en Luperón 1,320 y en Monte Cristi 644. La disminución del promedio anual de lluvia de este a oeste se debe principalmente a que los vientos tienen, generalmente, igual dirección, y van perdiendo su carga de agua a medida que avanzan al occidente.
Estos llanos están comprendidos dentro de dos regiones ecológicas: al oeste de La Isabela (región del bosque seco Subtropical) y al este de La Isabela (región bosque húmedo Subtropical). El bosque seco Subtropical se caracteriza por evapotranspiración potencial mayor en 60 por ciento a la precipitación media anual y distribución de las lluvias en dos épocas del año. El bosque húmedo Subtropical es una región con evapotranspiración potencial media menor en 20 por ciento a la precipitación media anual y distribución irregular de las lluvias, con una estación seca definida.
Las ciudades principales localizadas en la Llanura Costera del Atlántico son: Puerto Plata, Nagua y Sosúa.
- Ciénagas Costeras y Tierras Bajas al Oeste de la boca del Río Bajabonico
- Tierras Bajas de Luperón y del Río Bajabonico
- Llanura de Puerto Plata
- Valle del Río Yásica
- Llanura de Río San Juan
- Llanura de Boba
- Llanura de Nagua
Promotorio de Cabrera
Esta región geomorfológica interrumpe la continuidad de la Llanura Costera del Atlántico en su porción oriental. El área en semicírculo que ocupa es comparativamente pequeña en relación con las otras regiones geomorfológicas del país.
La fisiografía de esta región es muy característica; en conjunto asume la forma de terrazas escalonadas de calizas pleistocénicas cada vez menos extensas, hasta alcanzar elevaciones de 400 metros a 7 kilómetros de la costa.
La asociación de suelos más importante y que ocupa la casi totalidad del promotorio está formada por suelos calcáreos, poco profundos, con textura mediana, buen drenaje y desarrollados in situ a expensas de calizas arrecifales. Ocupan posiciones de terrazas escalonadas cuya formación se ha debido a la acción del mar sobre el material base. El drenaje es de tipo cársico, por lo que los suelos no son afectados en gran medida por la frecuencia y la intensidad de las lluvias de esta zona.
La única ciudad de importancia en esta región es Cabrera, aunque Río San Juan se encuentra en el borde occidental del promotorio.
En el extremo norte se encuentra el Monumento Natural Cabo Francés Viejo (anteriormente, un parque nacional) que incluye la Playa Bretón. Esta área está conformada por una meseta costera que da acceso a playas y acantilados de gran belleza escénica, prácticamente a nivel del mar. Está ubicado dentro de la zona de vida Bosque muy húmedo Subtropical, presentando una flora característica de esta zona de vida cuando se localiza en la costa. Lo mismo sucede con la fauna.
Cordillera Septentrional
Con el nombre de Cordillera Septentrional se designa el sistema montañoso que ocupa la parte norte de la República Dominicana y que se extiende desde las vecindades de la ciudad Monte Cristi al oeste hasta Nagua al este; se orienta con dirección noroeste a sudeste bordeando la costa del Atlántico, del que la separa una angosta llanura costera. También es conocida, en su extremo occidental, como Sierra de Monte Cristi.
La vertiente sur de la Cordillera Septentrional limita en forma neta al Valle del Cibao, especialmente en su porción central y oriental. En las proximidades del norte de Santiago, la cordillera se recorta bruscamente y presenta escarpas muy pronunciadas. Esto se debe a la existencia de la Falla Septentrional.
Esta cordillera es relativamente joven. Todas, o casi todas, sus formaciones geológicas datan del Terciario. En las proximidades de Monte Cristi se manifiesta como una serie de colinas bajas (siendo la más conocida el Morro) que van ascendiendo a medida que se avanza hacia el Este.
El histórico Puerto (o Paso) de los Hidalgos se encuentra por donde corre la carretera El Mamey (Los Hidalgos) - Cruce de Guayacanes. Las Casas narra:
Fué [Colón] aquel día tres leguas de allí [La Isabela] a dormir, al pie de un puerto algo áspero, todas de tierra llana, y porque los caminos que los indios andaban eran no más anchos que los que llamamos sendas, ..., mandó el Almirante ir a ciertos hidalgos con gente de trabajo delante, la sierra arriba, que dura obra de dos tiros buenos de ballesta, que con sus azadas y azadones lo ensanchasen y donde había árboles los cortasen y escombrasen, y por esta causa puso nombre a aquel puerto el Puerto de los Hidalgos.
Aunque la Cordillera Septentrional no es muy alta, existen algunas montañas que sobresalen. Primero aparece el pico Murazo o Jicomé, frente a la población de Esperanza, con 1,020 m de altura. Siempre viajando hacia el este, la cordillera culmina en la montaña de Diego de Ocampo que, con 1,249 m, es la de mayor altura de esta cordillera. Esta montaña se destaca frente a la ciudad de Santiago de los Caballeros.
Después de Diego de Ocampo aparece El Peñón, frente a la población de Tamboril, con 1,100 m. En sus inmediaciones se encuentra ámbar, una resina fósil. Más al este, frente a la ciudad de Moca, la cordillera presenta El Mogote, con 970 m. En sus inmediaciones hay grandes plantaciones de café.
A partir de este punto, a la Cordillera Septentrional se le daba el nombre de Sierra de Macorís. Para Bartolomé de Las Casas, esta región era el Macorís de arriba ya que el Macorís de abajo corrrespondería a la parte occidental (o Sierra de Monte Cristi). En esta parte oriental, la montaña más alta es la loma Quita Espuela, frente a San Francisco de Macorís, con 985 m de elevación. A partir de esta montaña, la cordillera comienza a descender hasta desaparecer en bajas colinas al llegar a los pantanos del Gran Estero.
La montaña Isabel de Torres, con 800 metros de altura con la ciudad de Puerto Plata al pie, tiene conexiones con la Cordillera Septentrional aunque está bien alejada del eje principal de la cordillera.
Refiriéndose a Isabel de Torres, Las Casas dice:
La sierra que llamó el Almirante Monte de Plata está tres o cuatro tiros de ballesta del pueblo [Puerto Plata]. Es altísima, y como sea tan alta está casi siempre cierta neblina encima de la cumbre della, que la hace plateada, por lo cual el Almirante la llamó Monte de Plata; toda ella tiene arboledas muy hermosas, pero muy raras y por esto la hermosean más. En lo más alto de la cumbre dicían los indios que hay una laguna de agua dulce...
La exposición a vientos alisios del nordeste durante más de la mitad del año causa abundante precipitación orográfica en el flanco norte de la cordillera, que es una importante región en la producción de café. Debido a una extensa deforestación, no quedan en esta cordillera tramos significativos de bosques vírgenes. En estas montañas no crece naturalmente el pino (Pinus occidentalis).