Diferencia entre revisiones de «Johnny Abbes García»
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Revisión actual del 17:27 21 ene 2019
Johnny Abbes García (1924-1962)
Militar dominicano del siglo XX, nació en Santo Domingo en 1924, hijo de un ciudadano estadounidense de ascendencia alemana y de madre dominicana.
Fue el jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo en la República Dominicana. El SIM fue una poderosa organización que aterrorizaba a la población con crímenes y torturas, teniendo en su nómina a miles de agentes secretos diseminados en todo el país, entre los que había desde limpiabotas y altos funcionarios hasta oficiales militares.
Entre sus funciones estaban la de vigilar a la Población humana a través de métodos para atemorizarla, delatar a los detractores de Trujillo y torturarles, etc. El SIM tenia varios centros de torturas donde se sometía a los prisioneros a los más crueles e infernales suplicios introducidos por Johnny Abbes.
Abbes también fue cronista deportivo y ocupó altos cargos en el Comité Olímpico Dominicano (COD), desempeñando una labor excelente en su cargo, a la vez que participó en círculos literarios.
Acercamiento con Trujillo
Johnny Abbes sediento de tener relaciones directas y personal con Rafael Leonidas Trujillo le escribió una carta a retándolo y diciéndole que él le podía ser de mucha utilidad que lo pusiera a prueba, todo esto a sabiendas de que a Trujillo no se le podía desafiar.
Por supuesto que Trujillo jamás se veía a un reto y ya lo sabía Trujillo cita Johnny Abbes a lo que le cuestionó: ¿qué desea usted? y éste le respondió "deseo ir a México a estudiar ciencias políticas y también deseo conocer los problemas que la infiltración comunista está creando en nuestro país y México es un buen lugar para comenzar". A lo que le respondió: "Está bien se le avisará" y aquí concluyó la conversación.
En mayo de 1955 Trujillo nombró a Johnny Abbes como secretario de segunda clase en la embajada Dominicana en Mexico.
Inmediatamente llegó a México comenzó a demostrar lo valioso que era y Trujillo se dió cuenta la valiosa información enviada por Johnny Abbes sobre los exiliados dominicanos anti trujillista. Secretos de gobiernos de países circundantes y otros temas de interés lo colocaron en la primera fila de los hombres preferidos por el tirano.
La vida del espía le iba muy bien. Ocultaba a sus allegados sus verdaderas facultades y su habilidad de espía superaba a cualquiera del tirano. El dictador ordenó a Johnny Abbes organizar un grupo secreto espía, a lo que él se fue más lejos. No sólo organizó un cuerpo secreto sino qué desató una ola de atentados y crímenes contra los exiliados antitrujillistas radicados en México.
La prensa méxicana se quejó por eso crímenes que comenzaron o tenían relación con el nuevo secretario y Trujillo ordenó el regreso de Johnny Abbes en abril de 1956.
El espía trajo consigo un extenso informe reunido por él y sus agentes en México. Estos informes incluían detalladas informaciones sobre espías comunitas, golpe de estado que tramaban contra él gobiernos del área y otros informes de inmenso valor para Trujillo.
El tirano estaba completamente satisfecho por el trabajo realizado por Abbes y éste le recomendó al tirano crear una red de espionaje internacional con el efectivo de contrarrestar la conspiración comunista en el Caribe. A Trujillo le gustó la idea dándole a Abbes carta blanca indicándole que hiciera contacto con la Cia para intercambio de información o acciones conjuntas.
Ya no era sólo un espía sino el hombre de confianza del jefe. La labor de Abbes como espia y asesino fue tan excelente que esta vez fue enviado a Centroamérica con el nuevo cargo de Inspector de Embajadas y consulados. Este cargo le permitía moverse por cualquier país de Centroamérica y así organizar su red de espionaje y terrorismo.
Johnny Abbes llega a México como un simple turista luego, fue a Guatemala instalándose en el hotel mansión en la capital de este país dónde estuvo su centro de operaciones. Inmediatamente se ubicó, comenzó a llegar información de primera clase de parte de Johnny Abbes convirtiéndose El dictador dominicano en uno de los hombres con más conocimientos de cómo iba la política en estos países.
Trujillo recibió informes de golpes de estado; atentados contra algunos presidentes y otros temas que a veces ni estos mismos gobiernos conocían.
En Venezuela gobernaba el general Marcos Pérez Jiménez contra quien se gestaba un complot. Abbes al pasar por México para volver al país se enteró e inmediatamente informó al tirano. El tirano ordenó a Johnny Abbes viajar inmediatamente a Venezuela e informar al general Jiménez sobre la trama.
El servicio de espionaje de Abbes tenía en sus listas a empleados de embajadas, periodista, militares de alto Rango y funcionarios que por sus servicios recibían muy buenos dividendos económicos.
Trujillo gastaba una cantidad inmensa de dinero para su servicio de espionaje en el extranjero. La red se extendía a Cuba, Colombia, Venezuela, Centroamérica y México que era el centro de espionaje en América Latina. Asesinan en Guatemala al presidente y el general Castillo armas kimba dijo el país, con ayuda de los norteamericanos, que según los informes fue asesinado por los comunistas pero la verdad fueron agentes trujillistas por orden de la Cia porque no respondía a los intereses cómo se esperó de él. En su lugar Trujillo ayudo con dinero al General Miguel ydigoras Fuentes quién se hizo con la presidencia luego que la Cia dio el visto bueno.
En el año 1957, Johnny Abbes viajó a Haití para financiar y organizar la subida al poder de Duvalier. Trujillo con la ayuda de Johnny Abbes se había convertido en amo del Caribe el 28 de mayo de 1958 Johnny Abbes fue designado Director Nacional de Seguridad.
Para la tiranía los tiempos habían cambiado y el ejército por sí solo ya no era suficiente para asegurar el poder. Los grupos guerrilleros gavilleros con sus caudillos habían caído uno a uno y el país internamente disfrutaba de paz y orden.
A los 25 años de la dictadura los enemigos provenían de los sindicatos exiliados radicados en otros países o grupos aislados de la población o del ejército. El plan de Abbes de seguridad nacional consistía no en reprimir las conspiraciones sino en destruirlas antes de que se organizaran y llevarán su plan a cabo.
Sus planes
El nivel de la crueldad y del sadismo de Abbes es legendario. Por manos del mismo Abbes fueron torturaron y matados muchos de los disidentes que fueron encarcelados por los servicios de inteligencia dominicanos. Durante los últimos tres años de la dictadura, Johnny Abbes era la persona que más influía sobre Trujillo y el que mejor armonizó con esos oscuros y perversos sentimientos que acompañaban al dictador.
De tal manera se encariñó con su oficio de verdugo, que se le veía recorrer el Palacio con un libro en que se narraban las torturas inventadas desde los tiempos de los mandarines chinos, hasta las de los campos de concentraciòn de la Alemania hitleriana.
Para la salud del régimen, la hegemonía de Johnny Abbes García coincidió con el desequilibrio psíquico que produjeron en Trujillo las invasiones de Constanza, Maimón y Estero Hondo en el año 1959, hechos en que participaron muchos hijos de familias que habían contribuido a formar su “Era,” y que colaboraron estrechamente con el dictador en los días en que el país gozó con mayor amplitud de esa larga “paz octaviana”.
En los interrogatorios el tipo de tortura podría ser diferente un potente foco de luz puesto frente a los ojos del prisionero le hacía sentir que les programa en el cerebro había un cuarto llamado el coliseo donde aparte de una buena golpiza también se usaban perros amaestrados para que mordieran a las victimas estando esposado o desnudo.
La parte íntimas de los prisioneros eran masaje con unos tubos que descargaban electricidad.
Final
El último de los colabores de Trujillo fue Johnny Abbes Garcìa, hombre joven e inquieto cuya figura se proyecta en la hora crepuscular de Trujillo, como la de una oveja negra. Los servicios de seguridad del régimen en la época más turbulente de sus 30 años de duración, fueron colocados casi discrecionalmente en sus manos.
Después del ajusticiamiento de Trujillo en 1961, el entonces presidente Joaquín Balaguer lo nombró rápidamente como cónsul en Japón para hacer desaparecer esa organizacion. Balaguer, en el momento de desaparecer el SIM, dijo: "Los calieses y el SIM, esa horrible organización, queda extirpada de la sociedad dominicana."
Abbes se convirtió en una clase de nómada que vagaba alrededor de Europa, antes de que él finalmente se colocara detrás en el Caribe, aunque esta vez en Haití. Allí comenzó a trabajar para François Duvalier, “Papa Doc,” el entonces dictador de ese país, como consejero de la seguridad. Cayó en desgracia con Duvalier, quien lo mandó a asesinar en su propia casa con una explosión, aunque se dice que Abbes cambió de identidad.