Rafael Hipólito Mejía Domínguez

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Rafael Hipólito Mejía Domínguez
El 16 de agosto del 2000 asume la Presidencia llevando como Vicepresidenta a Milagros Ortíz Bosch, siendo la primera mujer en esta posición.

Estudios

Concluyó su educación secundaria en Santiago de los Caballeros, y luego se mudó a la ciudad de San Cristóbal para estudiar Agronomía en el Instituto Politécnico de Loyola, del cual se graduó en 1962. Dos años después, a la edad de 23 fue a estudiar a la Universidad Estatal de Carolina del Norte(NCSU), conocida como NC State, localizada en la ciudad de Raleigh en los Estados Unidos.

Vida política inicial

Cuando cumplió los 24 años de edad, fue contratado para ser el Director del Instituto del Tabaco, con un rango debajo de secretario (o ministro) de estado. Años después, en 1978, el Presidente Antonio Guzmán Fernández lo escogió para que sea Ministro de Agricultura y coordinador de todo el sector agrícola. Durante este período fueron pasadas al Congreso leyes de incentivos a la agricultura y a las exportaciones agrícolas, y uno de los programas más ambicioso para promoción de la agricultura fue desarrollado.

En 1982, fue postulado para Senador por Santiago sin resultar ganador. En 1990, fue nombrado candidato para la Vice-Presidencia acompañando al candidato del Partido Revolucionario Dominicano José Francisco Peña Gómez. En esa ocasión resultó ganador Joaquín Balaguer.

Postulando para Presidente en un programa para mejorar los servicios de Salud, educación, y los servicios del Seguro Social a través del incremento de los impuestos, fue elegido con un 49.9%. Sus principales oponentes fueron Danilo Medina y el ex-Presidente Joaquín Balaguer, quienes obtuvieron el 24.9% y el 24.6% de los votos válidos emitidos. De acuerdo con las leyes dominicanas, una segunda vuelta entre Mejía y Medina era necesaria, pero este último se retiró de la contienda electoral ya que el Dr. Joaquín Balaguer líder del Partido Reformista Social Cristiano se opuso a colaborar para ir a una segunda vuelta, por la imposibilidad de superar a Hipolito Mejia la misma.

Mandato presidencial (2000-2004)

Hipólito Mejía mantuvo una postura humanitaria que se vio reflejada en especial durante sus dos primeros años de gobierno. Entre otras cosas fueron incluidas las raciones diarias de desayuno escolar, becas para la capacitación de maestros, programas de alfabetización de adultos, masivos programas de asistencia médica, creación de cerca de 700 nuevos mercados de productores del Instituto de Estabilización de Precios, construcción de 4,000 nuevas aulas y centros escolares, creación de viviendas, etc.

Mejía también ayudó a unos cerca de 19,500 pequeños productores agrícolas, subsidios a la tarifa eléctrica, subsidio a familias pobres cuyos hijos asistían a la escuela, activas políticas de reparación de viviendas, construcción de calles, cañadas, aceras, caminos vecinales, etc.

Todo esto fue posible a través del llamado "Paquetazo," el cual era una reforma fiscal con medidas impositivas, pero que a la larga beneficiaron a la población con todas las obras y programas anteriormente mencionados.

Estallido de la crisis bancaria

Durante el período 2000-2002, la economía dominicana presentó una tasa de crecimiento estable de un 2.2% anual, pero a mediados del año 2003 el país sufrió una fuerte recesión económica debido a una crisis financiera, producto del descubrimiento de uno de los fraudes bancarios más grandes en la historia de Latinoamérica, que superaba el presupuesto nacional de ese entonces.

La economía dominicana del año 2003-2004 [editar]Sin embargo, durante el período comprendido entre el 2002 y el 2004, la economía se vio negativamente afectada debido, en gran medida, al estallido de la crisis bancaria del BANINTER, el Banco Mercantil y Bancrédito, fruto de actividades fraudulentas de los dueños de aquellas entidades financieras. Este fraude y las medidas de urgencia que se tomaron para salvamentar a los ahorrantes provocaron un decrecimiento económico que afectó a pequeños y medianos empresarios, los cuales se vieron obligados a cerrar o al menos ver reducirse sus ingresos en más de un 50%. La deuda externa creció a niveles nunca vistos en la nación, y hubo un descontento general con las medidas tomadas en el ámbito económico.

Estallido de la crisis bancaria [editar]A mediados del año 2003 el país sufrió una fuerte recesión económica debido a una crisis financiera, producto del descubrimiento de uno de los fraudes bancarios más grandes en la historia de Latinoamérica, que superaba el presupuesto nacional de ese entonces.

En estos fraudes estuvieron implicados el Banco Intercontinental (BANINTER), Bancrédito, y el Banco Mercantil. Dichas actividades fraudulentas se habían estado gestando desde hace más de una década.[1]

El caso del BANINTER fue el de mayor repercusión por el monto que involucraba: un caso que además la oposición política electoral dirigida por Leonel Fernández utilizó, politizando la crisis y así sacando provecho electoral de la delicada situación del país.

El discurso del presidente Fernández y su partido fue que en el BANINTER no hubo fraude, sino que la quiebra fue culpa del manejo inadecuado del gobierno. Al día de hoy, cuando las autoridades judiciales condenaron a 10 años de prisión al presidente de BANINTER y a un grupo de sus cómplices, se ha demostrado que el presidente Hipólito Mejía, al igual que todos los organismos financieros internacionales, tenían la razón en que la crisis fue causada por el fraude bancario, cosa que el presidente Fernández nunca ha aceptado en público.

En cuanto al manejo de la crisis, el presidente Hipólito Mejía fue muy criticado por sus opositores ya que decidió ir en auxilio de los depositantes: acción que hoy también los Estados Unidos toman con las diferentes quiebras bancarias en su territorio.

Una de las medidas importantes asumidas por el gobierno de Hipólito Mejía fue el salvamento de los ahorrantes de las entidades bancarias quebradas para evitar la quiebra total de la clase media, que poseía más del 90 % de esos ahorros, y así evitar lo que sucedió en Argentina con los ahorros de la población. De no haberse realizado dicho salvamento de los ahorrantes, todo el sistema bancario se hubiera contagiado, como afirman una serie de organismos económicos internacionales, entre los que se encuentra el Banco Mundial.[2] A raíz de una ola de especulación, sumado al alto costo que implicó el salvamento de los ahorrantes, la prima del dólar aumentó de RD$18 por US$1, a cerca de RD$50 por US$1. Hacia agosto del 2004 (último mes de gobierno del presidente Mejía), el dólar se situaba al RD$41.25 por US$1.[3]