Regiones Geomorfológicas de la República Dominicana

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Sistema montañoso

Llanos Costeros del Atlántico

Los Llanos Costeros del Atlántico (o Llanura Costera del Atlántico) constituyen una angosta faja intermitente que bordea la Cordillera Septentrional, al norte de la República Dominicana. Se extienden desde cerca de Monte Cristi hasta las tierras pantanosas del Gran Estero, al Este de la ciudad de Nagua.

Estos llanos no se presentan en sucesión continua, sino que están separados por cerros y promotorios. En su porción occidental es interrumpida por altas elevaciones de calizas de la Cordillera Septentrional, que llegan hasta el mar; en la parte oriental, entre Sabaneta de Yásica y Río San Juan, por montañas de serpentina; y, finalmente, en el extremo oriental, por las terrazas pleistocénicas del Promotorio de Cabrera.

La precipitación pluvial en esta llanura es variable, notándose una disminución progresiva de este a oeste; así, en el extremo oriental, en las proximidades de Nagua, es de 2,733 mm., en Cabrera 2,339, en Gaspar Hernández 2,063, en Puerto Plata 1,788, en Luperón 1,320 y en Monte Cristi 644. La disminución del promedio anual de lluvia de este a oeste se debe principalmente a que los vientos tienen, generalmente, igual dirección, y van perdiendo su carga de agua a medida que avanzan al occidente.

Estos llanos están comprendidos dentro de dos regiones ecológicas: al oeste de La Isabela (región del bosque seco Subtropical) y al este de La Isabela (región bosque húmedo Subtropical). El bosque seco Subtropical se caracteriza por evapotranspiración potencial mayor en 60 por ciento a la precipitación media anual y distribución de las lluvias en dos épocas del año. El bosque húmedo Subtropical es una región con evapotranspiración potencial media menor en 20 por ciento a la precipitación media anual y distribución irregular de las lluvias, con una estación seca definida.

Las ciudades principales localizadas en la Llanura Costera del Atlántico son: Puerto Plata, Nagua y Sosúa.

  1. Ciénagas Costeras y Tierras Bajas al Oeste de la boca del Río Bajabonico
  2. Tierras Bajas de Luperón y del Río Bajabonico
  3. Llanura de Puerto Plata
  4. Valle del Río Yásica
  5. Llanura de Río San Juan
  6. Llanura de Boba
  7. Llanura de Nagua
Cabo Francés Viejo

Promotorio de Cabrera

Esta región geomorfológica interrumpe la continuidad de la Llanura Costera del Atlántico en su porción oriental. El área en semicírculo que ocupa es comparativamente pequeña en relación con las otras regiones geomorfológicas del país.

La fisiografía de esta región es muy característica; en conjunto asume la forma de terrazas escalonadas de calizas pleistocénicas cada vez menos extensas, hasta alcanzar elevaciones de 400 metros a 7 kilómetros de la costa.

La asociación de suelos más importante y que ocupa la casi totalidad del promotorio está formada por suelos calcáreos, poco profundos, con textura mediana, buen drenaje y desarrollados in situ a expensas de calizas arrecifales. Ocupan posiciones de terrazas escalonadas cuya formación se ha debido a la acción del mar sobre el material base. El drenaje es de tipo cársico, por lo que los suelos no son afectados en gran medida por la frecuencia y la intensidad de las lluvias de esta zona.

La única ciudad de importancia en esta región es Cabrera, aunque Río San Juan se encuentra en el borde occidental del promotorio.

En el extremo norte se encuentra el Monumento Natural Cabo Francés Viejo (anteriormente, un parque nacional) que incluye la Playa Bretón. Esta área está conformada por una meseta costera que da acceso a playas y acantilados de gran belleza escénica, prácticamente a nivel del mar. Está ubicado dentro de la zona de vida Bosque muy húmedo Subtropical, presentando una flora característica de esta zona de vida cuando se localiza en la costa. Lo mismo sucede con la fauna.

Cordillera Septentrional

Con el nombre de Cordillera Septentrional se designa el sistema montañoso que ocupa la parte norte de la República Dominicana y que se extiende desde las vecindades de la ciudad Monte Cristi al oeste hasta Nagua al este; se orienta con dirección noroeste a sudeste bordeando la costa del Atlántico, del que la separa una angosta llanura costera. También es conocida, en su extremo occidental, como Sierra de Monte Cristi.

El Morro

La vertiente sur de la Cordillera Septentrional limita en forma neta al Valle del Cibao, especialmente en su porción central y oriental. En las proximidades del norte de Santiago, la cordillera se recorta bruscamente y presenta escarpas muy pronunciadas. Esto se debe a la existencia de la Falla Septentrional.

Esta cordillera es relativamente joven. Todas, o casi todas, sus formaciones geológicas datan del Terciario. En las proximidades de Monte Cristi se manifiesta como una serie de colinas bajas (siendo la más conocida el Morro) que van ascendiendo a medida que se avanza hacia el Este.

El histórico Puerto (o Paso) de los Hidalgos se encuentra por donde corre la carretera El Mamey (Los Hidalgos) - Cruce de Guayacanes. Las Casas narra:

Fué [Colón] aquel día tres leguas de allí [La Isabela] a dormir, al pie de un puerto algo áspero, todas de tierra llana, y porque los caminos que los indios andaban eran no más anchos que los que llamamos sendas, ..., mandó el Almirante ir a ciertos hidalgos con gente de trabajo delante, la sierra arriba, que dura obra de dos tiros buenos de ballesta, que con sus azadas y azadones lo ensanchasen y donde había árboles los cortasen y escombrasen, y por esta causa puso nombre a aquel puerto el Puerto de los Hidalgos.

Aunque la Cordillera Septentrional no es muy alta, existen algunas montañas que sobresalen. Primero aparece el pico Murazo o Jicomé, frente a la población de Esperanza, con 1,020 m de altura. Siempre viajando hacia el este, la cordillera culmina en la montaña de Diego de Ocampo que, con 1,249 m, es la de mayor altura de esta cordillera. Esta montaña se destaca frente a la ciudad de Santiago de los Caballeros.

Después de Diego de Ocampo aparece El Peñón, frente a la población de Tamboril, con 1,100 m. En sus inmediaciones se encuentra ámbar, una resina fósil. Más al este, frente a la ciudad de Moca, la cordillera presenta El Mogote, con 970 m. En sus inmediaciones hay grandes plantaciones de café.

A partir de este punto, a la Cordillera Septentrional se le daba el nombre de Sierra de Macorís. Para Bartolomé de Las Casas, esta región era el Macorís de arriba ya que el Macorís de abajo corrrespondería a la parte occidental (o Sierra de Monte Cristi). En esta parte oriental, la montaña más alta es la loma Quita Espuela, frente a San Francisco de Macorís, con 985 m de elevación. A partir de esta montaña, la cordillera comienza a descender hasta desaparecer en bajas colinas al llegar a los pantanos del Gran Estero.

Isabel de Torres

La montaña Isabel de Torres, con 800 metros de altura con la ciudad de Puerto Plata al pie, tiene conexiones con la Cordillera Septentrional aunque está bien alejada del eje principal de la cordillera.

Refiriéndose a Isabel de Torres, Las Casas dice:

La sierra que llamó el Almirante Monte de Plata está tres o cuatro tiros de ballesta del pueblo [Puerto Plata]. Es altísima, y como sea tan alta está casi siempre cierta neblina encima de la cumbre della, que la hace plateada, por lo cual el Almirante la llamó Monte de Plata; toda ella tiene arboledas muy hermosas, pero muy raras y por esto la hermosean más. En lo más alto de la cumbre dicían los indios que hay una laguna de agua dulce...

La exposición a vientos alisios del nordeste durante más de la mitad del año causa abundante precipitación orográfica en el flanco norte de la cordillera, que es una importante región en la producción de café. Debido a una extensa deforestación, no quedan en esta cordillera tramos significativos de bosques vírgenes. En estas montañas no crece naturalmente el pino (Pinus occidentalis).

Valle del Cibao

El Cibao es una unidad fisiográficamente bien diferenciada, que en su parte oriental alberga la red hidrográfica del río Yuna y en la occidental la del río Yaque del Norte. Geológicamente, es una fosa de hundimiento estrecha y alargada, comprimida entre los pilares formados por la Cordillera Septentrional al norte, y la Cordillera Central y la Sierra de Yamasá, al sur, de los que la separan grandes fallas producidas por gravedad y comprensión, y en la que se encuentran depositados gruesos sedimentos marinos que yacen en contacto sobre el basamento complejo de estructura sinclinal. Estos sedimentos afloran en la cuenca y en las estribaciones de las cordilleras citadas.

La Cordillera Septentrional, que lo limita al norte, corta al valle en forma regular y neta, especialmente en la parte central y oriental. La Cordillera Central que lo limita al sur lo hace en forma irregular, creando entrantes por la formación de valles secundarios. Esto último se debe posiblemente a que los afluentes principales de los ríos que forman el eje del valle provienen de la Cordillera Central.

El valle del Cibao está dividido en dos partes aproximadamente iguales por una línea de aguas de poca elevación, situada al este de la ciudad de Santiago, empezando en el Alto de Bejarán en Tamboril y terminando cerca de la ciudad de La Vega, incluyendo los pequeños cerros El Castillo (donde se encuentra el Monumento a los Héroes de la Restauración, en Santiago) y el Santo Cerro.

La parte occidental es drenada por el sistema hidrográfico del río Yaque del Norte, que la recorre longitudinalmente con dirección noroeste desde el centro del valle hasta desaguar en el océano Atlántico, después de recorrer cerca de 240 km. Esta porción del valle es conocida con el nombre de Valle Occidental del Cibao o Línea Noroeste y es característicamente más seca que la parte oriental.

La mitad oriental del valle del Cibao es drenada por los ríos Camú y Yuna, cuyas aguas se vierten en la bahía de Samaná, después de un extenso recorrido a lo largo de la parte central del valle. En la parte más baja, el río Yuna forma un extenso delta que se distingue por la presencia de extensas áreas de turba, que en algunas partes alcanzan gran profundidad. La porción este del valle del Cibao, desde Santiago hasta la bahía de Samaná, es conocida por el nombre de Valle Oriental del Cibao, Cibao Oriental, o Valle de la Vega Real. Esta parte del valle es más húmeda y contiene los suelos más productivos y más continuadamente cultivados, no solamente del Cibao, sino de todo el país.

La principal característica diferencial entre las mitades oriental y occidental es la escasez de lluvias en el Valle Occidental. Esta deficiencia se debe a que los principales vientos transportadores de lluvia se orientan de este a oeste en esta parte del país. Cuando entran por la parte nororiental de la isla, van dejando su carga de lluvia, la cual disminuye hacia el oeste. El siguiente cuadro da una idea de la disminución de la lluvia anual que recibe cada zona a medida que su situación es más occidental. A continuación presentamos la localidad con la cifra de al lado en mm cúbicos de agua lluvia precipitada

Valle Oriental del Cibao

  1. Nagua........ 2,373 mm
  2. Villa Riva..... 2,255 mm
  3. Pimentel...... 1,726 mm
  4. Cotuí...... 1,546 mm
  5. San Francisco de Macorís.... 1,486 mm
  6. Salcedo... .. 1,157 mm
  7. Moca .... 1,172 mm

Valle Occidental del Cibao

  1. Santiago.... 979 mm
  2. Mao ..... 789 mm
  3. Villa Vásquez.... 599 mm
  4. Monte Cristi .... 644 mm

Delta del Río Yuna

En esta constante progresión decreciente hacia el oeste se nota un aumento en Monte Cristi, pero esto se debe a la influencia marina en el régimen de lluvias. El término taíno Cibao (Ciba-o = donde abundan las piedras, pedregal) era originalmente aplicado a la Cordillera Central ("Montes Cibao"), usándose durante la Conquista para indicar el valle al pie de dichos Montes. Fray Bartolomé de las Casas dice: "A partes son estas sierras fértiles, como las otras sus fronteras que hacen la Vega, a partes es algo estéril, en especial lo que comprehende de la provincia de Cibao."

Con el tiempo, el término llegó a aplicarse a todo el valle que va desde Monte Cristi, al oeste, hasta la Bahía de Samaná, al este. Los taínos llamaban al Valle Oriental como simplemente Maguá (valle). También es corriente, sobre todo en términos sociales y geopolíticos, de llamar Cibao a todo lo que se encuentra al norte de la Cordillera Central, incluyendo la Cordilllera Septentrional y los Llanos Costeros del Atlántico.

El mismo las Casas escribe: "Otro día, jueves, 13 de marzo, subido el Puerto de los Hidalgos, vieron la gran vega, cosa que creo yo y que creo no engañarme, ser una cosa de las más admirables cosas del mundo y más digna de las cosas mundanas y temporales, de ser encarecida con todas alabanzas y por ella ir a prorrumpir en bendiciones infinita de aquel Criador della y de todas las cosas que tantas perfecciones, gracias y hermosura en ella puso; ella es de 80 leguas, y las 20 ó 30 dellas de una parte y de otra, desde lo alto de aquella sierra, donde el Almirante y la gente estaban, se descubre; la vista della es tal, tan verde, tan descombrada, tan pintada, toda tan llena de hermosura, que así como la vieron, les pareció que habían llegado a alguna región del Paraíso, bañados y regalados todos en entrañable y no comparable alegría, y el Almirante, que todas las cosas más profundamente consideraba, dió muchas gracias a Dios y púsole nombre la Vega Real."

Es decir, el nombre Vega Real fue aplicado originalmente al Valle Occidental del Cibao. Confirmando esto, las Casas continúa el relato: "Descendieron luego sierra abajo, que dura mucho más que la subida, con grande regocijo y alegría, y atravesaron la felicísima vega, con grande regocijo y alegría, y atravesaron la felicísima vega..., hasta que llegaron al río grande y graciosísimo que los indios llamaban Yaqui, ..."

Sin embargo, en la actualidad el nombre Vega Real se aplica al Valle Oriental y no al Occidental. Es posible que este cambio ocurriera luego de la fundación de la ciudad de La Concepción de La Vega, que queda en el extremo occidental del Valle Oriental.

Península de Samaná

La Península de Samaná está situada en el extremo noreste de la República Dominicana, entre la Bahía de Samaná y la Bahía Escocesa. Se extiende en una dirección oeste-este a lo largo de 58 km. La anchura es variable: la mínima es de 7.5 km desde Sánchez hacia el norte y la mayor de 18.5 km desde Los Cacaos en el sur, hasta Las Tres Puntas al norte.

Casi toda el área de la Península de Samaná se encuentra ocupada por montañas relativamente bajas y escabrosas. Las montañas en la extremidad occidental de la península están separadas de la Cordillera Septentrional por una extensión de terreno llano, cenagoso, que se denomina El Gran Estero, que en un tiempo estuvo cubierto por el mar, es decir, cuando la Península de Samaná era una isla. En la actualidad, dicho estrecho ha llegado a cerrarse por completo por los depósitos del río Yuna. Como quiera que la península se muestra como una isla en algunos de los mapas de los tiempos primitivos, es probable que el mar continuara ocupando esta área hasta el primer período histórico.

Las montañas de la expresada península se componen de tres sierras paralelas, siendo la central la de mayor altitud. Al conjunto de estas tres sierras se le conoce con el nombre de Sierra de Samaná, la cual está formada en ambos extremos por materiales calizos y al centro por esquistos. Presenta en la parte sur, desde Sánchez hasta las proximidades de Samaná, una angosta faja costera que asume rápidamente pendientes pronunciadas y que se corta por el macizo montañoso. En el extremo norte se forman algunos valles costeros, siendo el más importante el Valle de Guázuma. En el extremo oriental presenta una importante zona de terrenos con topografía llana a ondulada y suelos de textura ligera. En las pendientes de la porción suroeste, que corresponden a materiales coluviales del macizo cásico, prospera el cocotero, cuya explotación ha caracterizado la actividad agrícola de esta parte del país.

Las montañas más altas de la Sierra de Samaná son La Meseta o Monte Mesa, con 605 m sobre el nivel del mar; Loma Pilón de Azúcar, con 530 m, y Las Cañitas, con 546 m.

Esta península es una de las zonas con mayor precipitación del país, con una pluviometría anual de 2,000 a 2,500 mm, con un promedio de 222 días de lluvia al año. Esto se debe a los vientos alisios que soplan del nordeste.

La temperatura es bastante elevada, con un promedio de más de 26° C, llegando en los meses de julio, agosto y septiembre hasta 29° C.

Los suelos son, en general, muy poco profundos y con topografía muy alomada; su uso está limitado al forestal. Sin embargo, al este de la península, hay áreas de suelos friables, profundos y calcáreos que se pueden usar agrícolamente con ventaja. En el borde costero sur, de Sánchez a Samaná, existe una faja de suelos rojos y pardos con topografía ondulada en la que se desarrolla una agricultura precaria aunque, con técnicas adecuadas, se podría obtener mejores resultados. En la parte alta de las montañas existen zonas llanas donde se han desarrollado suelos a expensas de materiales arcillosos ácidos, depositados en condiciones de laguna. En el pasado, estos suelos de textura ligera han sido utilizados con relativo éxito para la plantación de caucho.

En el borde costero norte de la península se han formado valles, como los de los ríos San Juan y Limón, en los que se presentan suelos de textura mediana y mal drenaje. En este mismo borde costero es donde se han formado las principales playas costeras, como efecto de la continua deposición marina. Las más improtantes están situadas en el extremo oriental, en Jackson; también son de extensión apreciable las situadas en Punta El Estillero, Boca del Río Limón, Playa de las Canas, Punta de San Juan y Punta Frillet.

En la penísula hay numerosos arroyos y ríos, aunque poco caudalosos y de corto recorrido. La mayoría desemboca en la vertiente sur (por ejemplo, Santa Capuza, río Majagual, Los Róbalos, Pueblo Viejo, etc.), pero los de mayor importancia por su longitud y caudal desembocan en la vertiente norte (río Limón, Cantón, San Juan, El Cossón y Balatá, por ejemplo).

En esta región, se encuentra tres tipos de zonas de vida, siendo las principales Bosque Muy Húmedo Subtropical (Bmh-S), que se encuentra en las partes altas de las montañas, y el Bosque Húmedo Subtropical (Bh-S), localizado desde la costa hasta alrededor de una altitud de 400 metros sobre el nivel del mar. La tercera zona de vida, el Bosque Seco Subtropical (Bs-S), se encuentra en El Faro de Cabo Samaná.

Hay que señalar que los bosques nativos han sido sustituidos, casi en su totalidad, por cultivos permanentes, como coco, caucho, café y cacao; o bien por cultivos temporeros, como yautía, ñame y yuca.

Las ciudades principales en la península son Santa Bárbara de Samaná y Sánchez.

Los Haitises

Parque nacional Los Haitises

Llanuras Costeras de Miches y Sabana de la Mar

Esta región está situada en la parte nororiental del país y presenta sus costas occidentales a la Bahía de Samaná y sus costas orientales al océano Atlántico. Está limitada al oeste por la región de Los Haitises y al sur por la Cordillera Oriental.

La llanura se extiende en una faja irregular desde la Bahía de San Lorenzo, en su extremo occidental, hasta Punta Macao, en su extremo oriental, y es interrumpida por abruptas elevaciones de la Cordillera Oriental que se prolongan hasta el mar y que son más frecuentes en su porción occidental. Ocupa unos 1,500 km² de extensión.

Esta llanura tiene una alta precipitación, que varía entre 2,000 a 2,250 mm anuales; el promedio más bajo corresponde a la parte de la llanura más próxima al mar y el más alto a la parte que limita con la Cordillera Oriental. Las zonas de vida en esta región, y cuya distribucción corresponde con la de la precipitación, son el Bosque húmedo Subtropical (Bh-S) y el Bosque muy húmedo Subtropical (Bmh-S).

El río principal es el Yabón, con 44 km de longitud que discurre en dirección sur-norte desembocando al oeste de Sabana de la Mar en un pequeño delta. Al este de esta localidad se localiza la denominada Bahía de San Lorenzo, una laguna costera en formación en donde se desarrolla el segundo manglar en importancia del litoral de la Bahía de Samaná. Es alimentada por el Caño Hondo, riachuelo de 3 km de longitud y su afluente el Jibale; otro riachuelo, Caño Chiquito, se une al Caño Hondo en su embocadura situada al sur de la Bahía de San Lorenzo.

Drenando en la misma vertiente que el Yabón, desembocan al este el río Cañita y el río Catalina. Siguiendo la línea costera en la misma dirección se encuentra otra laguna costera en formación denominada Bahía de la Jina, la cual es alimentada por varios cursos de agua dulce, el río Magua y su microcuenca formada por los arroyos Los Hoyos, Bajaya y Dajao, que desemboca en su zona occidental, los ríos Cabezudo y Rico, en su zona central junto al río Culebra, alfuente principal con más de 3 km de recorrido, en cuyo cauce se desarrolla un manglar de riberas, cerrándose la Bahía en un espigón de arena en la desembocadura del río Jina. Al este del espigón que cierra la bahía desemboca el río Jayán, orlado también por un manglar de ribera cerca de la población de Miches; entre ésta y su playa desembocan los ríos Jovero y el Yeguada.

El río Cuarón desemboca formando una ciénaga costera que separa a las lagunas Redonda y Limón, los cuerpos de agua lénticos más importantes de la región noreste del país y que se encuentran protegidos.

Esta región geomorfológica e hidrográfica se prolonga en dirección este hasta Macao en el extremo insular, siendo los ríos principales el Nisibón que desemboca en Punta Nisibón, después de originar la ciénaga costera de la Majagua. El río Maimón que desemboca en Boca de Maimón y conformando una bahía lobular al juntarse con la embocadura de Yonú-Duey, y el río Anamuya que desemboca por boca de Anamuya un poco más al noroeste de Punta Macao.

Las principales ciudades en esta región son Sabana de la Mar y Miches.

Cordillera Oriental

Pie de Monte de la Cordillera Oriental

Llanura Costera del Caribe

Los Llanos Costeros del Caribe son un conjunto de llanos localizados en el sur de la República Dominicana que se extienden desde el río Ocoa hasta la bahía de Yuna y la bahía de Samaná. Los llanos que forman parte de los Llanos Costeros del Caribe son:

  1. Llanos de Miches y Sabana de la Mar
  2. Llano Suroriental,
  3. Llano de Azua
  4. Llano de Oviedo y el Llano de Pedernales.

Localizados entre la sierra de Baoruco y el mar Caribe, en los municipios de Oviendo y de Pedernales, respectivamente, en la región Suroeste del País. Estos llanos son producto de los aluviones arrasados y depositados por las corrientes intermitentes que los atraviesan. Debemos tener en cuenta que Hato Mayor y El Seibo no forman parte del Llano Costero del Caribe y por lo tanto no deben ser consideradas como dos provincias situadas en el llano Sur-Oriental. No forman parte del Llano Costero del Caribe porque el relieve del terreno y la constitución de los suelos cambian antes de llegar a Hato Mayor. La carretera que comunica a Hato Mayor, El Seibo, Higüey, está trazada entre dos hileras montañosas, una de cerros bajos que corre al Sur de la carretera y otra más alta que va por el Norte. Entre esas dos cadenas de montañas y cerros hay un pequeño valle, de suelos muy fértiles. Este pequeño llano, que se confunde con la llanura Sur-Oriental al llegar a Higüey, es un valle tectónico, con suelos de origen cretáceo, probablemente formado por hundimiento. Este valle está formado por diferente tipo de roca y el suelo de estas provincias también.

El llano Costero del Sur o Suroriental o del Caribe tiene 240 kilómetros de largo y 40 de ancho. Se extiende desde el río Ocoa hasta cabo Engaño y la bahía de Yuna. Hacia el Sur termina en una zona pantanosa, frente a la isla Saona. Es una plataforma de caliza arrecifal o calcare con terrazas marinas y sedimentos aluviales, lacustres-marinos que se originó en el período pleistoceno de la era cuaternaria. Sin embargo, las zonas más fértiles son de origen lacunario.

Debido a sedimentos ocasionados por las aguas del mar caribe se crearon las cuevas de Santa Ana, en el parque Zoológico, y los Tres Ojos de agua en Santo Domingo. Algunos ríos subterráneos también son producto de estos sedimentos como por ejemplo Brujuleas, el de la cueva del Caimito, el de las cuevas del Km. 13, el de las cercanías del peaje en la autopista de Boca Chica.

Los ríos de este gran llano suroriental son en su mayoría los siguientes: Ocoa, Baní, Nizao, Haina, Isabela, Ozama, Yabacao, Macorís, Iguao y sus afluentes Casuí y Maguá, Soco, Chavón, Yuna, etc. Aunque hay que tener en cuenta que dichos ríos nacen principalmente en el norte.

El clima y vegetación predominante son un clima tropical templado con una vegetación de sabana, y de bosque húmedo tropical y bosque seco (xerófilo) en el llano de Baní. Clima tropical húmedo de sabana y seco estepario en el llano de Baní. El suelo poco fértil, debido a que no son suelos aluviales y la capa de tierra vegetal es mínima, pero está región es la principal productora de caña de azúcar (11 de lo 16 ingenios del país están en este llano) y ganado bovino. Tiene producción de plátano, maíz, habichuelas, maní, etc. En la zona de Baní se cultiva con riego tomate industrial, cebolla, plátanos, legumbres, etc. Siendo el más extenso de todos los territorios litorales de las Antillas, cuenta con el mayor desarrollo del turismo del país.

Cordillera Central

  1. Sierra del Cibao
  2. Macizo Central
  3. Macizo de Valle Nuevo
  4. Sierra de Ocoa

Valles Intramontanos de la Cordillera Central

  1. Jarabacoa
  2. Constanza
  3. Bonao
  4. Villa Altagracia
Baile de las cintas

Sierra de Yamasá

Esta región está formada por un sistema de montañas de poca altura que no sobrepasan los 900 metros sobre el nivel del mar y que constituyen, aparentemente, una continuación de la Cordillera Central. La Sierra de Yamasá empieza, en su parte occidental, donde termina la Cordillera Central en las Lomas de la Guardarraya y se prolonga con dirección oeste a este bordeando el frente meridional de la región de Los Haitises y el frente noroccidental de la Llanura Costera del Caribe.

La Sierra de Yamasá tiene una precipitación pluvial alta que varía entre 1,500 y más de 2,250 mm anuales, correspondiendo los promedios más bajos a las zonas situadas al noroeste de Cotuí y los más altos a todo el resto de la sierra.

Las zonas de vida que prevalecen en la Sierra de Yamasá son el Bosque húmedo Subtropical (Bh-S) y el Bosque muy húmedo Subtropical (Bmh-S), encontrándose este último en las vertientes de mayor elevación.

Las montañas principales son: la Loma de Siete Cabezas o de Siete Picos con 856 m y en cuya falda nace el río Ozama; Mariana Chica, con unos 802 m; La Guardarraya, con 755 m; y La Navisa, con 680 m.

Esta Sierra de Yamasá es, al igual que toda la Cordillera Central, muy antigua, y se compone de rocas del período Cretáceo. Debido a las lluvias intensas que caen en esta región montañosa, así como las elevadas temperaturas de la región, las rocas madres se han desintegrado. En cortes de la carretera Duarte, por la zona de La Cumbre, no se observan rocas propiamente dichas sino tierras rojas, como resultado de una fuerte oxidación.

Esta región tiene la minería más rica del país, explotándose el ferroníquel en las lomas Peguera y Caribe, próximas a Bonao; y oro y plata en la zona de Pueblo Viejo y Los Cacaos. En los años 50, se estuvo explotando mineral de hierro en Pueblo Viejo.

La única población de importancia es Maimón; las ciudades de Yamasá y Cotuí se encuentran en el pie de monte de la Sierra: Yamasá en el Llano Costero del Caribe mientras que la ciudad actual de Cotuí se encuentra ya en el Valle del Yuna aunque fué fundada en el lugar llamado ahora Pueblo Viejo.

Valle de San Juan

El valle de San Juan es el segundo en tamaño de la República Dominicana, con una superficie de 1,800 km². Sus limites son al Norte: la Divisoria Central, al Sur: la Sierra de Neyba, al Este: el rio Yaque del Sur y al Oeste: la frontera Haitiana de los rios: Libón, Artibonito y Macasías. Se divide en dos partes: Oriental y Occidental, cada una con características diferentes.

Diferencias valle de San juan.png

Surgimiento

El valle está constituido por extensas planicies, formadas en su mayoría por materiales sedimentados en ambiente marino. todos estos materiales pertenecen a diferentes formaciones geológicas, que descansan sobre un material de rocas duras (calizas eocénicas que corresponden a la formación abouillot).

Al punto de vista geológico, se presenta una correspondencia entre las formaciones geológicas del Valle de San Juan y el Valle del Cibao. las diferencias principales consisten, en que las formaciones de San Juan posteriormente a su sedimentación, fueron afectadas por fuertes movimientos orogénicos, que contribuyeron a la inclinación de los estratos. Las formaciones presentes en el valle de San Juan corresponden en su mayoría a las épocas geológicas eocénicas, miocénicas y pliocénicas del Terciario.

Estudios recientes indican que en el oligoceno, el valle de San juan ya había emergido de las aguas marinas. esto explica que hasta el momento no se ha reconocido ninguna formación geológica del OLIGOCENO.

Anteriormente al oligoceno, solamente existía la formación abuillot, del océano; posteriormente y en el comienzo del Mioceno, el vale de San Juan vuelve a sumergirse en las aguas marinas.

En ésta época ocurren fuertes acarreamientos de materiales desde la Cordillera Central y la Sierra de Bahoruco que se depositan sobre la formación Abuillot, así se da paso a las formaciones BULLA; EL CERCADO (ARROYO BLANCO) Y GURABO (ARROYO SECO).

En el final del terciario, es decir, en el PLIOCENO, se deposita la formación LAS MATAS; de ésta última no se sabe si ocurrió en ambiente marino o terrestre. Al iniciarse el cuaternario, especialmente en el PLEISTOCENO se desarrolla la actividad volcánica que trajo la formación de las llanuras BALSATICAS, que se presentan en lugares de ASIENTO DE LUISA y PUNTA CAÑA siguiendo una orientación SUROESTE-NOROESTE.

Mas recientemente, las principales corrientes superficiales del Valle, han formado estrechas terrazas aluviales a lo largo de sus cauces.

Vegetación Natural del Valle

Desmontes con el objetivo de utilizar la tierra con fines agrícolas y ganaderos, talas para la producción de madera, leña y carbón han destruido gran parte de la vegetación natural del valle. Las zonas que conservan mayor parte de esta vegetación natural son las del Parque Nacional José del Carmen Ramírez y el municipio de Bohechío.

Entre la vegetación natural que aún podemos encontrar en el valle están:

  • Saona *Carga Agua *Baitoa
  • Bayahonda *Tuatúa *Guano
  • Caracolí *Capá Prieto *Alelí
  • Candelón *Chicharrón *Joboban
  • Tres Palabras *Caoba *Almácigo
  • Reselesuela *Palo Bellaco *Quina
  • Guayacán *Guao *Cayuco


Una zona apreciable de la provincia por ser suelo de vocación agrícola sobretodo en su parte Central predominan sin embargo, los suelos de uso forestal.

Zonas de vida diferente se hallan en la provincia de San Juan. En sentido general predominan diferentes expresiones de bosques húmedos, pero hacia el suroeste hay una extensa zona de bosques seco sub-tropical. Una pequeña área hacia el norte es de bosque pluvial montañoso bajo, que es muy escaso en el país.

Las montañas que circundan el valle son las mas altas de las antillas. Los Picos Duarte, Tina y la Loma Pelona superan los 3,100 m. El Monte Mijo, el Pico del Gallo, La loma de la Medianía y la loma de la Viuda pasan de 2,500 m al Norte; el Monte Neyba y la loma Tasajera superan los 2,000 m al Sur. Las ciudades de San Juan de la Maguana y Las Matas de Farfán están a 410 m de elevación, Comendador a 350 m, el punto mas alto de la llanura es Pedro Corto con 505 m. Vallejuelo está a 700 m y El Cercado a 800 m.

El Valle de San Juan posee un clima y suelo aptos para una productiva agricultura, además de tener presas, canales de riego que facilitan la irrigación de los cultivos. En especial se producen en este valle arroz, habichuelas, maíz, guandules por lo que es denominado El Granero del Sur.

Fuente: Situación Socio-Económica Provincia San Juan.

Sierra de Neiba

Sierra de Neyba

La Sierra de Neiba (que anteriormente se conocía también con el nombre de Cordillera Meridional) esta situada en la Región Suroeste del País, ocupando parte de las provincias Elías Piña, San Juan y Bahoruco. Su extensión en territorio dominicano es de aproximadamente 100 kilómetros y, como casi todas las cadenas montañosas de la isla, su orientación es de noroeste-sureste. Está limitada por el Valle de San Juan en el Norte, el valle del río Yaque del Sur (que la separa de la Sierra de Martín García) hacia el este y la Hoya de Enriquillo hacia el sur. La frontera con Haití constituye un límite arbitrario que la limita hacia el oeste.

La sierra se componde por dos cadenas paralelas: una septentrional de menor altitud (hasta 1,700 metros), que es la prolongación de las Montañas Negras (Montagnes Noires) de Haití; y otra al sur que es la prolongación de las Montagnes de Trou d'Eau en Haití. Las dos cadenas están separadas por un valle que se extiende desde Hondo Valle hasta Vallejuelo; en este valle es donde se encuentran los principales asentamientos humanos de la Sierra de Neiba.

El firme de la Sierra de Nebia se extiende 50-60 kilómetros desde la frontera, en sentido oeste-este. En los 15 kilómetros más occidentales (Loma Tasajera del Chivito), el firme tiene hasta cuatro kilómetros de ancho; hacia el este se pone más estrecho con inclinaciones fuertes tanto hacia el norte como hacia el sur. El punto más alto es Monte Neiba, con 2,279 metros, que se encuentra en la parte central del firme. La Loma Tasajera del Chivito llega a una altura de 2,176 m. Hacia el este, el firme va descendiendo y la mayor altura la presenta Monte Bonito con 1,842 m. Paralelas al firme de la sierra, existen varias elevaciones que también se extienden en sentido noroeste-sureste a diferentes alturas, como las lomas del extremo occidental de la sierra, entre las cuales están Cerro Colorado y Loma La Flecha.

Siguiento la misma orientación, se extienden anchos valles intramontanos, como el valle de los Pinos del Edén a 500 metros sobre el nivel del mar, el valle de Guayabal (a 200 m) y el valle de Los Bolos - El Maniel (a 1,100 m). Además hay varias mesetas, como la ubicada al oeste de Los Bolos, de 3 kilómetros de ancho. Muchas cañadas bajan en sentido norte - sur hacia la Hoya del Lago Enriquillo y la mayoría de ellas tienen laderas muy inclinadas; entre estas cañadas están la de los Arroyos Penitente y Yerba Buena y la de los ríos Guayabal, Barrero, Manguito, Panzo y Majagual.

En general, el relieve de esta sierra es muy abrupto, ascendiendo a ambos lados (norte y sur) con pendientes con inclinaciones de hasta 40%.

En el relieve de la Sierra de Nieba se observan fenómenos cársicos, los que originan un drenaje subterráneo. Igualmente, se observan conos de deyección, especialmente en el lado sur, que son acumulaciones de materiales aluvionales y escombros que han bajado de la sierra desde edades muy remotas.

Siendo principalmente una montaña de roca caliza, la Sierra de Neiba tiene pocas corrientes fluviales de caudal permanente; la gran mayoría de las aguas corre subterráneamente, brotando en forma de grandes manantiales, como por ejemplo Las Barías (La Descubierta), Las Marías (Neiba) y La Furnia (Clavellinas). Los Borbollones brota en la misma orilla del Lago Enriquillo.

Esta sierra pertenece a diferentes cuencas hidrográficas. La vertiente sur corresponde a la cuenca del Lago Enriquillo, la vertiente norte, en su parte occidental, a la del río Macasía que drena hacia el río Artibonito, mientras que la parte oriental de la vertiente norte drena hacia el río San Juan (y este al río Yaque del Sur).

Una gran parte de los ríos de la vertiente sur solamente llevan agua durante y después de fuertes aguaceros. Otros ríos de esta vertiente, como el Panzo y el Manguito, llevan agua en la parte alta pero el agua sigue subterráneamente en las partes bajas y el caudal parece seco. Los ríos Guayabal y Barrero son permanentes pero las aguas del Barrero normalmente no llegan hasta el lago porque están siendo desviadas por canales de riego. El Arroyo Los Bolos recorre el valle de Los Bolos por tres kilómetros y después desaparece en una cueva.

En la vertiente norte, los ríos se caracterizan por ser en su mayoría de caudal permanente, entre los cuales están los afluentes del río Macasía, que drena hacia Haití En la parte occidental de esta vertiente se encuentran los ríos Caño, Sonador y Vallejuelo; en la parte oriental existe otro río con el nombre de Vallejuelo, que pasa por el pueblo de Vallejuelo y después entra al río San Juan.

La Sierra de Neiba es uno de los sistemas montañosos que más ha sido afectado, y continúa afectándose, por el alto impacto progresivo causado por la deforestación. Esta deforestación ha afectado sobre todo las partes de mediana altura, o sea entre los 700 y 1,700 metros sobre el nivel del mar. En estado más o menos virgen sólo quedan los bosques nublados del firme de la sierra y los bosques semi-secos en el suroeste de la misma. Los bosques secos de las partes bajas han sido afectados desde hace mucho tiempo atrás debido a la quema para carbón.

Hoya de Enriquillo

Llanura de Azua

Localizado entre la cordillera Central y la bahía de Ocoa, en el municipio de Azua, de la región Suroeste del País. Este llano es producto de los aluviones arrastrados y depositados por el río Yaque del Sur cuando éste lo atravesaba, desembocando en la bahía de Ocoa, hace miles de años. Por tal razón, este llano posee mucho material suelto de tipo arenoso, y una gran escorrentía de aguas subterráneas. Se ha comprobado también que su subsuelo contiene petróleo.

Sierra de Martín García

El Parque nacional Sierra Martín García es un área protegida en las Antillas mayores en el suroeste de la República Dominicana[1]y al sur de la isla la Española en el Mar Caribe. Posee una superficie de 31 950 hectáreas y fue declarado parque nacional en el año 1996 y ratificado al siguiente año mediante el decreto 319-97. Protege a un variedad de fauna y flora que incluye bosques nublados y alrededor de 105 especies de aves.[2]Administrativamente se localiza entre las provincias de Azua y Barahona, y debe su nombre a la Punta Martín García. Su punto más elevado es el llamado "Loma del Curro" que alcanza los 1343 m.[3]

Sierra de Bahoruco

Esta sierra representa el extremo oriental de la cordillera sumergida que parte de la América Central, pasa por Jamaica, cruza el Canal del Viento y emerge en Haití, formando los Massif de la Hotte y Massif de La Selle; este último, al pasar a la República Dominicana, se le conoce con el nombre de Sierra de Bahoruco. Bahoruco es una palabra taína que describía, principalmente, a la parte oriental de la sierra (el Bahoruco Oriental). El Padre Bartolomé de la Casas escribía Baoruco.

En sentido general, la Sierra de Bahoruco está despoblada, porque su relieve es abrupto. En esta sierra encontramos montañas de más de 2,000 metros de altura. La montaña de mayor altura en el lado dominicano es la Loma del Toro, próxima a la frontera con Haití, y que tiene una altura de 2,367 metros. La sierra tiene una longitud de aproximadamente 70 kms en dirección noroeste-sureste, cubriendo alrededor de 2,400 km², quedando enmarcada dentro de las provincias Independencia, Pedernales y Barahona.

De la inaccesibilidad de sus montañas da cuenta la Historia; allí estuvieron primero los indios alzados con Enriquillo, después los esclavos con Sebastián Lemba y otros cabecillas cuyos nombres la Historia no recoge. Los negros sublevados (cimarrones) se refugiaban en lugares, llamados manieles, con palenques, un área fortificada con fosos y estacas afiladas.

Los manieles de las Sierras de Neyba y Bahoruco fueron los que más tiempo sobrevivieron, no sólo por estar más lejos de la ciudad de Santo Domingo, sino y sobre todo, porque se siguieron supliendo de negros cimarrones que escapaban de la parte francesa de la isla, donde eran más abundantes. En El Maniel de Bahoruco sobrevivieron personas hasta 1868, según el Padre Carlos Nouel:

"En esas montañas existen todavía esos hombres, semi-salvajes, conocidos con el nombre de vien-vien; nombre que se les ha dado porque es su grito ordinario..."

El Lic. C. Armando Rodríguez, citado por Don Carlos Larrazábal, afirma:

"Desde el levantamiento de Enriquillo, las serranías de Bahoruco estuvieron siempre ocupadas por los indios que no vinieron con él a Boyá, después del Convenio. También había muchos negros esclavos prófugos, a quienes los españoles llamaban marrones. Por eso un antiguo Bucán de esa región se llamaba Maniel de los negros marrones"

Fuentes

  1. Desarrollo sostenible y medio ambiente en República Dominicana
  2. http://www.birdlife.org/datazone/sitefactsheet.php?id=19866
  3. http://www.jmarcano.com/ecohis/areas/categoria2/martin.html