Diferencia entre revisiones de «Hay un País en el mundo»

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−	[[Image:Pedromir.jpg|right|frame|Pedro Mir, Poeta Nacional]]	+	[[Image:Pedromir2.jpeg|right|frame|Pedro Mir, Poeta Nacional]]
	Hay		Hay
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	antiguas o el día en los tejados.		antiguas o el día en los tejados.
−	Sencillamente	+	Sencillamente Frutal. Fluvial. Y material.
−	Frutal. Fluvial. Y material. Y sin embargo	+	Y sin embargo sencillamente tórrido y pateado
−	sencillamente tórrido y pateado
	como una adolescente en las caderas.		como una adolescente en las caderas.
	Sencillamente triste y oprimido.		Sencillamente triste y oprimido.
−	Sinceramente agreste y despoblado.	+
		+	Sinceramente agreste y despoblado.
	En verdad.		En verdad.
Línea 38:		Línea 38:
	y tierra bajo los árboles y tierra		y tierra bajo los árboles y tierra
−	bajo los ríos y en la falta del monte	+	bajo los ríos y en la falda del monte
	y al pie de la colina y detrás del horizonte		y al pie de la colina y detrás del horizonte
	y tierra desde el cantío de los gallos		y tierra desde el cantío de los gallos
Línea 45:		Línea 45:
	y debajo de todas las huellas y en medio el amor.		y debajo de todas las huellas y en medio el amor.
−	Entonces es lo que he declarado.	+	Entonces es lo que he declarado. Hay  un país en el mundo
−	Hay  un país en el mundo
	sencillamente agreste y despoblado.		sencillamente agreste y despoblado.
Línea 57:		Línea 56:
	a cultivar cantando su franja propietaria.		a cultivar cantando su franja propietaria.
−	Este amor	+	Este amor  quebrará su inocencia solitaria.
−	quebrará su inocencia solitaria.	+	Pero no.
−
−	Pero no.
	Y creerá		Y creerá
Línea 70:		Línea 67:
	a gozar forcejeando con su propia cosecha.		a gozar forcejeando con su propia cosecha.
−	Este amor	+	Este amor  doblará su luminosa flecha.
−	doblará su luminosa flecha.	+	Pero no.
−	Pero no.
	Y creerá		Y creerá
Línea 82:		Línea 78:
	entre los surcos		entre los surcos
	su propiedad.		su propiedad.
−	Este amor alcanzará su floreciente edad.	+	Este amor alcanzará su floreciente edad.
−		+	Pero no.
−	Pero no.
	Hay		Hay
Línea 94:		Línea 89:
	su polvo derruido,		su polvo derruido,
	y la tierra no alcanza para bronca muerte.		y la tierra no alcanza para bronca muerte.
−	¡Oídlo bien! No alcanza para quedar dormido.	+
−	En un país pequeño y agredido. Sencillamente triste,	+	¡Oídlo bien! No alcanza para quedar dormido.
−	triste y torvo, triste y acre. Ya lo dije	+
−	sencillamente triste y oprimido.	+	En un país pequeño y agredido.
		+	Sencillamente triste, triste y torvo, triste y acre.
		+
		+	Ya lo dije
		+	sencillamente triste y oprimido.
	No es eso solamente.		No es eso solamente.
−	Faltan hombres	+	Faltan hombres para tanta tierra. Es decir, faltan hombres
−	para tanta tierra. Es decir, faltan hombres
	que desnuden la virgen cordillera y la hagan madre		que desnuden la virgen cordillera y la hagan madre
	después de unas canciones.		después de unas canciones.
	Madre de la hortaliza.		Madre de la hortaliza.
−	Madre del pan. Madre del lienzo y del techo.	+	Madre del pan. Madre del lienzo y del techo.
−	Madre solícita y nocturna junto al lecho...	+	Madre solícita y nocturna junto al lecho...
	Faltan hombres que arrodillen los árboles y entonces		Faltan hombres que arrodillen los árboles y entonces
	los alcen contra el sol y la distancia.		los alcen contra el sol y la distancia.
	Contra las leyes de la gravedad.		Contra las leyes de la gravedad.
−	Y les saquen reposo, rebeldía y claridad.	+	Y les saquen reposo, rebeldía y claridad.
	Y los hombres que se acuesten con la arcilla		Y los hombres que se acuesten con la arcilla
	y la dejen parida de paredes.		y la dejen parida de paredes.
−	Y los hombres	+	Y los hombres que descifren los dioses de los ríos
−	que descifren los dioses de los ríos
	y los suban temblando entre las redes.		y los suban temblando entre las redes.
−	Y hombres en la costa y en los fríos	+	Y hombres en la costa y en los fríos desfiladeros
−	desfiladeros
	y en toda desolación.		y en toda desolación.
	Es decir, faltan hombres.		Es decir, faltan hombres.
−	Y falta una canción.	+	Y falta una canción.
−		+	Procedente del fondo de la noche
−	Procedente del fondo de la noche
	vengo a hablar de un país.		vengo a hablar de un país.
−	Precisamente	+	Precisamente pobre de población.
−	pobre de población.	+	Pero, no es eso solamente.
−	Pero
−	no es eso solamente.
	Natural de la noche soy producto de un viaje.		Natural de la noche soy producto de un viaje.
−	Dadme tiempo	+	Dadme tiempo, coraje para hacer la canción.
−	coraje
−	para hacer la canción.
−		+	Pulmón de nido nivel de luna
−	Pulmón de nido nivel de luna
	salud del oro guitarra abierta		salud del oro guitarra abierta
	final de viaje donde una isla		final de viaje donde una isla
−	los campesinos no tienen tierra.	+	los campesinos no tienen tierra.
	Decid al viento los apellidos		Decid al viento los apellidos
	de los ladrones y las cavernas		de los ladrones y las cavernas
	y abrid los ojos donde un desastre		y abrid los ojos donde un desastre
−	los campesinos no tienen tierra.	+	los campesinos no tienen tierra.
	El aire brusco de un breve puño		El aire brusco de un breve puño
	que se detiene junto a una piedra		que se detiene junto a una piedra
	abre una herida donde unos ojos		abre una herida donde unos ojos
−	los campesinos no tienen tierra.	+	los campesinos no tienen tierra.
	Los que la roban no tienen ángeles		Los que la roban no tienen ángeles
	no tiene órbita entre las piernas		no tiene órbita entre las piernas
	no tiene sexo donde una patria		no tiene sexo donde una patria
−	los campesinos no tienen tierra.	+	los campesinos no tienen tierra.
	No tienen paz entre las pestañas		No tienen paz entre las pestañas
−	no tienen tierra no tienen tierra.	+	no tienen tierra no tienen tierra.
	País inverosímil.		País inverosímil.
−	Donde la tierra brota	+	Donde la tierra brota
−	y se derrama y cruje como una vena rota,	+	y se derrama y cruje como una vena rota,
	donde alcanza la estatura del vértigo,		donde alcanza la estatura del vértigo,
	donde las aves nadan o vuelan pero en el medio		donde las aves nadan o vuelan pero en el medio
	no hay más que tierra:		no hay más que tierra:
−	los campesinos no tienen tierra.	+	los campesinos no tienen tierra.
−	Y entonces	+	Y entonces ¿de dónde ha salido esta canción?
−	¿de dónde ha salido esta canción?
	¿Cómo es posible?		¿Cómo es posible?
	¿Quién dice que entre la fina		¿Quién dice que entre la fina
−	salud del oro	+	salud del oro los campesinos no tienen tierra?
−	los campesinos no tienen tierra?
	Esa es otra canción. Escuchad		Esa es otra canción. Escuchad
	la canción deliciosa de los ingenios de azúcar		la canción deliciosa de los ingenios de azúcar
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	Miro un brusco tropel de raíles		Miro un brusco tropel de raíles
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	sus soportes de verde aborigen		sus soportes de verde aborigen
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y las mansas montañas de origen		y las mansas montañas de origen
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y la caña y la yerba y el mimbre		y la caña y la yerba y el mimbre
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y los muelles y el agua y el liquen		y los muelles y el agua y el liquen
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y el camino y sus dos cicatrices		y el camino y sus dos cicatrices
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y los pueblos pequeños y vírgenes		y los pueblos pequeños y vírgenes
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y los brazos del hombre más simple		y los brazos del hombre más simple
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y sus venas de joven calibre		y sus venas de joven calibre
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y los guardias con voz de fusiles		y los guardias con voz de fusiles
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y las manchas del plomo en las ingles		y las manchas del plomo en las ingles
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y la furia y el odio sin límites		y la furia y el odio sin límites
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y las leyes calladas y tristes		y las leyes calladas y tristes
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	y las culpas que no se redimen		y las culpas que no se redimen
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	veinte veces lo digo y lo dije		veinte veces lo digo y lo dije
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	“nuestros campos de gloria repiten”		“nuestros campos de gloria repiten”
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	en la sombra del ancla persisten		en la sombra del ancla persisten
−	son del ingenio	+	son del ingenio
	aunque arrojen la carga del crimen		aunque arrojen la carga del crimen
	lejos del puerto		lejos del puerto
	con la sangre y el sudor y el salitre		con la sangre y el sudor y el salitre
−	son del ingenio.	+	son del ingenio.
	Y éste es el resultado.		Y éste es el resultado.
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	regresando a través de los cristales		regresando a través de los cristales
	del azúcar, primero se encuentra al labrador.		del azúcar, primero se encuentra al labrador.
−	En seguida al leñero y al picador	+	En seguida al leñero y al picador de caña
−	de caña
	rodeado de sus hijos llenando la carreta.		rodeado de sus hijos llenando la carreta.
	Y al niño del guarapo y después al anciano sereno		Y al niño del guarapo y después al anciano sereno
	con el reloj, que lo mira con su muerte secreta,		con el reloj, que lo mira con su muerte secreta,
−	y a la joven temprana cosiéndose los párpados	+	y a la joven temprana cosiéndose los párpados
	en el saco cien mil y al rastro del salario		en el saco cien mil y al rastro del salario
	perdido entre las hojas del listero. Y al perfil		perdido entre las hojas del listero. Y al perfil
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	En los patios, al pie de una lavandera,		En los patios, al pie de una lavandera,
	mojada en las canciones, cruje y rejuvenece.		mojada en las canciones, cruje y rejuvenece.
−	En las calles se queja en el pregón. Apenas	+	En las calles se queja en el pregón.
−	su pie despunta desgarra los pesebres.	+	Apenas su pie despunta desgarra los pesebres.
		+
	Recorre las ciudades llenas de los abogados		Recorre las ciudades llenas de los abogados
	que no son más que placas y silencio, a los poetas		que no son más que placas y silencio, a los poetas
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	silenciosos. Sube, salta, delira en las esquinas		silenciosos. Sube, salta, delira en las esquinas
	y el día luminoso se resuelve en un dólar inminente.		y el día luminoso se resuelve en un dólar inminente.
−	¡Un dólar! He aquí el resultado. Un borbotón de sangre.	+	¡Un dólar! He aquí el resultado. Un borbotón de sangre.
	Silenciosa, terminante. Sangre herida en el viento		Silenciosa, terminante. Sangre herida en el viento
	Sangre en el efectivo producto de amargura.		Sangre en el efectivo producto de amargura.
	Este es un país que no merece el nombre de país.		Este es un país que no merece el nombre de país.
−	Sino de tumba, féretro, hueco o sepultura.	+	Sino de tumba, féretro, hueco o sepultura.
	Es cierto que lo beso y que me besa		Es cierto que lo beso y que me besa
	y que su beso no sabe más que a sangre.		y que su beso no sabe más que a sangre.
−	Que día vendrá, oculto en la esperanza,	+	Que día vendrá, oculto en la esperanza, con su canasta llena de iras implacables
−	con su canasta llena de iras implacables
	y rostros contraídos y puños y puñales.		y rostros contraídos y puños y puñales.
	Pero tened cuidado. No es justo que el castigo		Pero tened cuidado. No es justo que el castigo
	caiga sobre todos. Busquemos los culpables.		caiga sobre todos. Busquemos los culpables.
−	Y entonces caiga el peso infinito de los pueblos	+	Y entonces caiga el peso infinito de los pueblos sobre los hombros de los culpables.
−	sobre los hombros de los culpables.
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	y mártir de los tórridos paisajes		y mártir de los tórridos paisajes
	hay un hombre de pie en los engranajes.		hay un hombre de pie en los engranajes.
−	Desterrado en su tierra. Y un país	+	Desterrado en su tierra. Y un país en el mundo,
−	en el mundo,	+	fragante,
−	fragante,	+	colocado en el mismo trayecto de la guerra.
−	colocado
−	en el mismo trayecto de la guerra.
	Traficante de tierras y sin tierra.		Traficante de tierras y sin tierra.
	Material. Matinal. Y desterrado.		Material. Matinal. Y desterrado.
Línea 294:		Línea 278:
	dominio desde el este hasta el oeste		dominio desde el este hasta el oeste
	conmoviendo la última raíz		conmoviendo la última raíz
−	y sacando los héroes de la tumba	+	y sacando los héroes de la tumba habrá sangre de nuevo en el país
−	habrá sangre de nuevo en el país
	habrá sangre de nuevo en el país.		habrá sangre de nuevo en el país.
	Y esta es mi última palabra.		Y esta es mi última palabra.
−	Quiero	+	Quiero oírla. Quiero verla en cada puerta
−	oírla. Quiero verla en cada puerta
	de religión, donde una mano abierta		de religión, donde una mano abierta
	solicita un milagro del estero.		solicita un milagro del estero.
Línea 309:		Línea 291:
	Donde un ángel respira.		Donde un ángel respira.
−	Donde arde	+	Donde arde una suplica pálida y secreta
−	una suplica pálida y secreta
	y siguiendo el carril de la carreta		y siguiendo el carril de la carreta
	un boyero se extingue con la tarde.		un boyero se extingue con la tarde.
−	Después	+
−		+	Después No quiero más que paz.
−	No quiero más que paz.	+	Un nido  de constructiva paz en cada palma
−	Un nido
−	de constructiva paz en cada palma
	Y quizás a propósito del alma		Y quizás a propósito del alma
−	el enjambre de besos	+	el enjambre de besos
	y el olvido.		y el olvido.
−	# Pedro Mir	+	[[Pedro Mir]]
−	[[Categoría:Poema Nacional]]	+	[[Categoría:Poesía dominicana]]
		+	[[Categoría:Pedro Mir]]

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Revisión actual del 13:25 27 dic 2018

Hay un país en el mundo colocado en el mismo trayecto del sol,

Oriundo de la noche.

Colocado en un inverosímil archipiélago de azúcar y de alcohol. Sencillamente liviano, como un ala de murciélago apoyado en la brisa.

Sencillamente claro,

como el rastro del beso en las solteras antiguas o el día en los tejados.

Sencillamente Frutal. Fluvial. Y material.

Y sin embargo sencillamente tórrido y pateado como una adolescente en las caderas. Sencillamente triste y oprimido.

Sinceramente agreste y despoblado.
 

En verdad. Con dos millones suma de la vida y entre tanto cuatro cordilleras cardinales y una inmensa bahía y otra inmensa bahía, tres penínsulas con islas adyacentes

y un asombro de ríos verticales

y tierra bajo los árboles y tierra bajo los ríos y en la falda del monte y al pie de la colina y detrás del horizonte y tierra desde el cantío de los gallos y tierra bajo el galope de los caballos y tierra sobre el día, bajo el mapa, alrededor y debajo de todas las huellas y en medio el amor.

Entonces es lo que he declarado. Hay un país en el mundo

sencillamente agreste y despoblado.
 

Algún amor creerá que en este fluvial país en que la tierra brota, y se derrama y cruje como una vena rota, donde el día tiene su triunfo verdadero, irán los campesinos con asombro y apero a cultivar cantando su franja propietaria.

Este amor  quebrará su inocencia solitaria.
Pero no.

Y creerá que en medio de esta tierra recrecida, donde quiera, donde ruedan montañas por los valles como frescas monedas azules, donde duerme un bosque en cada flor y en cada flor de la vida, irán los campesinos por la loma dormida a gozar forcejeando con su propia cosecha.

Este amor  doblará su luminosa flecha.
Pero no.

Y creerá que donde el viento asalta el íntimo terrón y lo convierte en tropas de cumbres y praderas, donde cada colina parece un corazón, en cada campesino irán las primaveras cantando entre los surcos su propiedad.

Este amor alcanzará su floreciente edad.
Pero no.

Hay un país en el mundo donde un campesino breve seco y agrio muere y muerde descalzo su polvo derruido, y la tierra no alcanza para bronca muerte.

¡Oídlo bien! No alcanza para quedar dormido.

En un país pequeño y agredido.

Sencillamente triste, triste y torvo, triste y acre. 

Ya lo dije

sencillamente triste y oprimido.

No es eso solamente. Faltan hombres para tanta tierra. Es decir, faltan hombres que desnuden la virgen cordillera y la hagan madre después de unas canciones. Madre de la hortaliza.

Madre del pan. Madre del lienzo y del techo.
Madre solícita y nocturna junto al lecho...

Faltan hombres que arrodillen los árboles y entonces los alcen contra el sol y la distancia. Contra las leyes de la gravedad.

Y les saquen reposo, rebeldía y claridad.

Y los hombres que se acuesten con la arcilla y la dejen parida de paredes. Y los hombres que descifren los dioses de los ríos y los suban temblando entre las redes. Y hombres en la costa y en los fríos desfiladeros y en toda desolación. Es decir, faltan hombres.

Y falta una canción.
 
Procedente del fondo de la noche

vengo a hablar de un país.

Precisamente pobre de población.

Pero, no es eso solamente. Natural de la noche soy producto de un viaje.

Dadme tiempo, coraje para hacer la canción.
 
Pulmón de nido nivel de luna

salud del oro guitarra abierta final de viaje donde una isla

los campesinos no tienen tierra.
 

Decid al viento los apellidos de los ladrones y las cavernas y abrid los ojos donde un desastre

los campesinos no tienen tierra.

El aire brusco de un breve puño que se detiene junto a una piedra abre una herida donde unos ojos

los campesinos no tienen tierra.
 

Los que la roban no tienen ángeles no tiene órbita entre las piernas no tiene sexo donde una patria

los campesinos no tienen tierra.
 

No tienen paz entre las pestañas

no tienen tierra no tienen tierra.
 

País inverosímil. Donde la tierra brota

y se derrama y cruje como una vena rota,

donde alcanza la estatura del vértigo, donde las aves nadan o vuelan pero en el medio no hay más que tierra:

los campesinos no tienen tierra.

Y entonces ¿de dónde ha salido esta canción? ¿Cómo es posible? ¿Quién dice que entre la fina salud del oro los campesinos no tienen tierra? Esa es otra canción. Escuchad la canción deliciosa de los ingenios de azúcar y de alcohol.

Miro un brusco tropel de raíles

son del ingenio

sus soportes de verde aborigen

son del ingenio

y las mansas montañas de origen

son del ingenio

y la caña y la yerba y el mimbre

son del ingenio

y los muelles y el agua y el liquen

son del ingenio

y el camino y sus dos cicatrices

son del ingenio

y los pueblos pequeños y vírgenes

son del ingenio

y los brazos del hombre más simple

son del ingenio

y sus venas de joven calibre

son del ingenio

y los guardias con voz de fusiles

son del ingenio

y las manchas del plomo en las ingles

son del ingenio

y la furia y el odio sin límites

son del ingenio

y las leyes calladas y tristes

son del ingenio

y las culpas que no se redimen

son del ingenio

veinte veces lo digo y lo dije

son del ingenio

“nuestros campos de gloria repiten”

son del ingenio

en la sombra del ancla persisten

son del ingenio

aunque arrojen la carga del crimen lejos del puerto con la sangre y el sudor y el salitre

son del ingenio.
 

Y éste es el resultado. El día luminoso regresando a través de los cristales del azúcar, primero se encuentra al labrador. En seguida al leñero y al picador de caña rodeado de sus hijos llenando la carreta.

Y al niño del guarapo y después al anciano sereno con el reloj, que lo mira con su muerte secreta,

y a la joven temprana cosiéndose los párpados

en el saco cien mil y al rastro del salario perdido entre las hojas del listero. Y al perfil sudoroso de los cargadores envueltos en su capa de músculos morenos. Y al albañil celeste colocando en el cielo el último ladrillo de la chimenea. Y al carpintero gris clavando el ataúd para la urgente muerte, cuando suena el silbato, blanco y definitivo, que el reposo contiene.

El día luminoso despierta en las espaldas de repente, corre entre los raíles, sube por las grúas, cae en los almacenes. En los patios, al pie de una lavandera, mojada en las canciones, cruje y rejuvenece.

En las calles se queja en el pregón. 

Apenas su pie despunta desgarra los pesebres.

Recorre las ciudades llenas de los abogados que no son más que placas y silencio, a los poetas que no son más que nieblas y silencio y a los jueces silenciosos. Sube, salta, delira en las esquinas y el día luminoso se resuelve en un dólar inminente.

¡Un dólar! He aquí el resultado. Un borbotón de sangre.

Silenciosa, terminante. Sangre herida en el viento Sangre en el efectivo producto de amargura. Este es un país que no merece el nombre de país.

Sino de tumba, féretro, hueco o sepultura.
 

Es cierto que lo beso y que me besa y que su beso no sabe más que a sangre.

Que día vendrá, oculto en la esperanza, con su canasta llena de iras implacables

y rostros contraídos y puños y puñales. Pero tened cuidado. No es justo que el castigo caiga sobre todos. Busquemos los culpables.

Y entonces caiga el peso infinito de los pueblos sobre los hombros de los culpables.
 
 

Y así palor de luna pasajeros despoblados y agrestes del rocío, van montañas y valles por el río camino de los puertos extranjeros.

Es verdad que en el tránsito del río, cordilleras de miel, desfiladeros de azúcar y cristales marineros disfrutan de un metálico albedrío, y que al pie del esfuerzo solidario aparece el instinto proletario. Pero ebrio de orégano y de anís y mártir de los tórridos paisajes hay un hombre de pie en los engranajes.

Desterrado en su tierra. Y un país en el mundo,

fragante,

colocado en el mismo trayecto de la guerra.

Traficante de tierras y sin tierra. Material. Matinal. Y desterrado.

Y así no puede ser. Desde la sierra procederá un rumor iluminado probablemente ronco y derramado. Probablemente en busca de la tierra. Traspasará los campos y el celeste

dominio desde el este hasta el oeste conmoviendo la última raíz

y sacando los héroes de la tumba habrá sangre de nuevo en el país

habrá sangre de nuevo en el país.

Y esta es mi última palabra. Quiero oírla. Quiero verla en cada puerta de religión, donde una mano abierta solicita un milagro del estero. Quiero ver su amargura necesaria donde el hombre y la res y el surco duermen y adelgazan los sueños en el germen de quietud que eterniza la plegaria.

Donde un ángel respira.

Donde arde una suplica pálida y secreta

y siguiendo el carril de la carreta un boyero se extingue con la tarde.

Después No quiero más que paz. Un nido de constructiva paz en cada palma Y quizás a propósito del alma el enjambre de besos y el olvido.

Pedro Mir