Economía dominicana

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Economía

La moneda nacional de la República Dominicana es el peso oro. Su símbolo es “ RD $ ” y se divide en cien partes iguales denominadas «centavos». De acuerdo con la Constitución del país, la emisión de la moneda nacional es responsabilidad de una entidad emisora única y autónoma, cuyo capital corresponde al Estado dominicano. Se trata del Banco Central de la República Dominicana.

La moneda nacional es el peso. El valor real del peso dominicano fluctúa frente al dólar americano y su valor está sujeto a las leyes de la oferta y la demanda.

El Banco Central fija oficialmente la prima de acuerdo con las realidades del mercado. El peso está dividido en cien unidades. A los centavos se les llama “cheles”. Circulan oficialmente monedas de 5, 10, 25, 50 centavos, 1 y 5 pesos; billetes de 10, 20, 50, 100, 1000 y 2000 pesos.

En la actualidad la economía dominicana descansa más en e turismo que en la agricultura, como en tiempos anteriores. Esto es debido a la cantidad de lugares turísticos que poseemos y a la cantidad de turistas que anualmente nos visitan de diferentes partes del mundo.

Además de turismo las zonas francas es el segundo sector de mayor importancia en la economía dominicana, incidiendo de manera significativa.

Aunque el turismo y la zona franca son de los sectores más importantes de la económica, también la agricultura sigue siendo otra importantísima base económica en el país.

En cuanto a la agricultura sus principales productos son: arroz, cacao, café, tabaco, guineo, caña de azúcar (principal actividad agrícola), productos cítricos, habichuelas, tomates, algodón, entre otros.

Las remesas en dólares que envían los dominicanos residentes en el exterior es una base económica buena y fuerte para el país.

La economía dominicana descansa sobre cuatro pilares: agricultura, minería, turismo, zonas francas industriales.

En los últimos años, el turismo y las zonas francas han sido los sectores más dinámicos.

Los principales productos de exportación agrícola son: café, cacao, azúcar de caña, piñas, naranjas, guineos, flores, vegetales, tabacos. La producción minera se concentra en el Cibao, donde existen grandes yacimientos de ferroníquel y la mina de cielo abierto más grande del continente. También se exporta sal gema, yeso y mármol.

La República Dominicana es una país en vías de desarrollo de ingreso medio, dependiendo, principalmente, de la agricultura, comercio, servicios y, especialmente, turismo. Aunque el sector servicios ha sobrepasado a la agricultura como el principal proveedor de empleos (debido, sobre todo, al auge y crecimiento del turismo y las Zonas Francas), la agricultura todavía se mantiene como el sector más importante en términos de consumo doméstico y está en segundo lugar (detrás de la minería) en términos de exportación. El turismo aporta más de un US$ 1,000 millones al año. Zonas Francas y turismo son los sectores de mayor crecimiento. Remesas de dominicanos viviendo en los Estados Unidos se estiman en unos US$ 1,500 millones por año. La República Dominicana es la octava economía más grande de América Latina después de Brasil, México, Argentina, Venezuela, Colombia, Chile y Perú.

Luego de la recesión económica durante la segunda mitad de los 80 y principios de los 90, durante la cual el PIB se contrajo un 5 % y la inflación alcanzó un 100%, la República Dominicana entró en un período de crecimiento moderado y disminuyente inflación hasta 2002, luego del cual, la economía entró en recesión. El PIB se contrajo un 1% en 2003, mientras la inflación se disparó por encima del 27%.

A pesar de un creciente déficit comercial, el turismo y las remesas han ayudado a obtener reservas en moneda extranjera. En la actualidad, las remesas provenientes de EUA, Europa y otros países, constituyen parte de la economía nacional.

Según el Informe Nacional de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, República Dominicana 2005,[1]establece que este país se ha insertado en la economía mundial de manera social y políticamente excluyente, conociendo tasas de crecimiento económico promedio anual en los últimos años por encima del 5%. Sin embargo, el carácter excluyente del modelo económico que se ha impuesto, no ha revertido este crecimiento al bienestar de la población. Ante el contrario, señala el Informe, República Dominicana, al año 2002 era el país número 13 (de un total de 177 en el mundo) que menos había aprovechado para mejorar el posicionamiento en el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Con esto se puede hablar de un fracaso de las élites políticas de los últimos 50 años en conducir a su población a estadios de bienestar y seguridad. Por igual, el Informe deja claramente establecido, que el problema de la economía dominicana no es de inserción en mercados, sino de estrategias de competitividad que debieran estar asociados al bienestar de su población.


En diciembre de 1996, el entonces entrante presidente Leonel Fernández, presentó un paquete de reformas - incluyendo la devaluación del peso, reducción en las tarifas de importación e incremento en el precio de los combustibles - en un intento de crear una economía orientada al mercado que pueda competir internacionalmente.

Entre 2000 y 2004, el gobierno de Hipólito Mejía con el PRD a la cabeza, introdujo cambios que impactaron a la economía dominicana. Relegación de reformas que estaban en curso, desaceleración de la oferta exportable (algo que ya había comenzado en el anterior gobierno de Fernández), y sobre todo, la crisis cambiaria y bancaria (el tercer banco y grupo financiero del país: el BANINTER; y dos grupos financieros bancos más, conocieron una quiebra que ascendió a cerca del 15-20% del PIB anual), unido a la corrupción administrativa generalizada y asociada a estas quiebras, y debido a la acentuación de la crisis del sector eléctrico, compendian un cambio de naturaleza nunca vista en la economía dominicana. La magnitud de la crisis hizo colapsar sectores completos de la economía, y se estima, que entre un 12 a un 15% de la población pasó de ser pobre a muy pobre o indigente. Esto significa cerca de 2 millones de personas.

Aunque la economía ha comenzado a crecer bajo la nueva administración de Leonel Fernández que se inició en Agosto 2004, construcción, turismo y telecomunicaciones son los sectores que están a la vanguardia.

Sin embargo, no hay que olvidar lo sostenido por el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005 del PNUD/RD, cuando señala que el modelo actual de turismo no constituye, a pesar de su vigor, una propuesta sostenible, y que si el mismo "no se modifica, se agota". Por lo cual, queda como asignatura pendiente en el país, que el liderazgo nacional discuta a fondo cuál será esa modificación que hay que hacerle a este sector pujante de la economía dominicana.

Según el citado Informe, las externalidades negativas relacionadas con: la inseguridad ciudadana, el deterioro medioambiental (que va desde desmonte de áreas protegidas, destrucción de hábitats de especies endémicas, hasta el uso de fuentes de agua para propósito de desechos y destrucción de manglares y de ámbitos marinos), la especulación inmobiliaria, y sobre todo, la exclusión de la población dominicana y su valor agregado al contexto de la actividad turística, son factores de mediano y largo plazo que "harán insostenible en el tiempo esta actividad". Más aún, con la fuerte competencia que el mismo entraña en el ámbito caribeño.

Resultó paradójico, irónico y sorprendente en el ámbito nacional e internacional, que apenas a dos meses de publicado el Informe del PNUD, en el que se demostraba técnicamente la inviabilidad de este modelo de turismo a largo o mediano plazo, bajo el subtítulo en el capítulo III de "El Turismo: Si No se Modifica, Se Agota" el propio Ministerio de Turismo (Secretaría de Estado), lanzara una campaña internacional de promoción turística en la cual, su eslogan principal dice: "República Dominicana: Inagotable".

La actual administración está trabajando para incrementar la capacidad de producción de energía eléctrica, pieza clave para el crecimiento económico continuado, aunque su problema principal no es de generación sino de financiamiento. La compañía eléctrica estatal, fue privatizada, luego de numerosos retrasos. Proceso que se había iniciado en la pasada Administración de Fernández, y que en la de Mejía, tomó forma y se ejecutó, no sin infundirle su particular sello a dicha ejecución.

Sin embargo, luego de múltiples retrasos, posponiéndose soluciones, de préstamos internacionales (Banco Mundial y otros), la superación del déficit del suministro energético, parece estar aún muy lejana. El Acuerdo de Madrid, mediante el cual, el país re-compró las empresas distribuidoras de energía, y se planteó a largo plazo el pago de las deudas en el sector eléctrico (al 2015), no dejan mentir respeto al hecho de que las medidas actuales, son apenas un paliativo a la difícil situación del sector.

El PIB nominal de la República Dominicana en el 2005 fue de 29.333 millones de dólares y (3247 dólares per cápita). Posee una economía sumamente estadounidentizada (norteamericanizada). El salario mínimo se acerca a los 240 dólares mensuales. La República Dominicana es un territorio dedicado a la cosecha de productos agrícolas, explotación de yacimientos geológicos mineros, turismo, ganadería e industria cervecera.

La economía depende principalmente de la agricultura y el turismo. El turismo se ha convertido en una fuente importante de ingresos desde mediados de los años noventa. En el año 2000 el turismo representó ingresos de más de 1000 millones de dólares, mientras que el envío de remesas de parte de los dominicanos residentes en EE. UU., Europa y Puerto Rico representa más de 2000 millones de dólares.

La economía dominicana es particularmente dependiente de los flujos de capital desde EE. UU., representando éste el primer rubro de intercambio comercial (87.5% en las exportaciones 2000 y cerca de un 61% en las importaciones), y con el próximo RD-CAFTA se prevé que ambos índices se incrementen aun más entre ambos (98% en exportaciones y cerca de un 75% en las importaciones) y expresando una cifra de aproximadamente 32.000 millones de dólares. Otra fuente muy importante de ingresos son las remesas recibidas de los familiares de dominicanos residentes en el extranjero, principalmente en Nueva York, Boston, Rhode Island y España.

La República Dominicana experimentó un gran crecimiento económico en la última década del siglo XX y primeros años del siglo XXI, llegando incluso a ser considerada estadísticamente una de las cuatro naciones más prósperas de Latinoamérica. No obstante, una recesión económica que se presentó en 2003, produjo un freno del mismo a causa de fraudes bancarios (más de 89.000 millones de pesos, equivalentes a 4900 millones de dólares), destacándose el fraude del Banco Intercontinental (BANINTER), (RD$ 55.000 millones, equivalentes a 3100 millones de dólares), más una fuga de capitales. El déficit total llegó cerca de los 7000 millones de dólares (125.000 millones de RD$); representando poco más de un tercio del producto interno bruto del 2002.

Añadiéndose a esto surgió una especulación respecto a los índices reales, que sobrepasó un 130% en el 2003 con respecto a la moneda nacional, debiéndose ésta a una fuga de más de 1500 millones de dólares (aumentando el déficit de medio circulante a cerca de 5500 millones), y una inflación cerca del 42%; comprimiendo más aún el PIB del 2003, que finalmente decreció un 1%.

Se realizaron numerosos esfuerzos hasta lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para superar la recesión. Las negociaciones con el FMI y el BID fueron iniciadas por el gobierno de Hipólito Mejía, cuyas concesiones finales se terminaron en el siguiente período de gobierno, el cual encabeza el actual presidente Leonel Fernández.

A partir de mediados de 2004, los indicadores económicos muestran mayor estabilidad, destacándose la apreciación del peso dominicano frente al dólar estadounidense y la disminución de la inflación. Aunque a finales del tercer trimestre del 2005 se están manifestando posibles alzas en los indicadores financieros. El dólar estadounidense (US$), ha sufrido fluctuaciones entre los 28,75 y 32,80 RD$ por US$ (previamente y durante un semestre se mantuvo entre 27,50 y 28,30 RD$ por US$), así como un incremento progresivo de los precios de los hidrocarburos (los cuales ascendieron un 20% en dos semanas llevándolos a niveles antes nunca vistos y se especulan mayores alzas para una tercera semana) y por primera vez desde el año 2004 se prevé una inflación positiva.

Se estima que el Producto Interno Bruto nominal exceda los RD$ 800.000 millones (o 28.000 millones de dólares) en 2005, y un Poder de Paridad Adquisitiva con auge de un 5%, afianzándole como la primera economía de la zona centroamericana (inmediata después de Puerto Rico, 38.000 millones de dólares) y una de las economías más activas de Latinoamérica. Y adjunto a este índice, sobresale un factor que determinará el futuro del PIB de RD, y éste es el actual CAFTA-RD, que es un tratado de libre comercio que el gobierno dominicano está gestionando con los EE. UU. y América Central.

La Cámara de Representantes del Congreso de EE. UU. aprobó el 28 de julio del 2005 el DR-CAFTA, firmado luego por el presidente de EE. UU. el 2 de agosto de 2005. Este acuerdo ha generado opiniones divididas en la población con respecto a si beneficiará o perjudicará a productores locales y a la población en general.